La Estación de Avisos Agrícolas del Bierzo alerta sobre el aumento de la población de polilla del racimo en los viñedos de distintas zonas del Bierzo. Además, también alerta sobre el riesgo de fuego bacteriano que afecta a perales, membrillos y manzanos. Sin embargo, no afecta a los frutales de hueso.
Alerta sobre la polilla del racimo
La Polilla del racimo (Lobesia botrana), es una especie de insecto lepidóptero que se alimenta de las bayas del racimo. Los adultos de polilla realizan las puestas de huevos de los que nacen las larvas que posteriormente dañan las uvas. Los daños que producen las larvas en las bayas favorecen la aparición posterior de podredumbres en el racimo, y si son muy cuantiosos, reducen de forma importante la cantidad de uva que se vendimiará.
Esta semana está empezando a subir la población de Polilla del racimo en los viñedos de los municipios de Villafranca del Bierzo, Arganza y Camponaraya. También en la zona Norte del municipio de Ponferrada (San Andrés de Montejos). Y sigue estando muy alta en los viñedos de Toral de los Vados y Cacabelos, por tanto se recomienda mantener protegidos los viñedos contra este insecto, y aplicar algún tratamiento en los viñedos de estas zonas que no se hayan tratado todavía.
Tratamientos recomendados
(E,Z)-7,9-dodecadien-1-il-acetato (feromona sexual para pulverización a aplicar a inicio de vuelo)
Bacillus thuringiensis (inicio eclosión)
Clorantraniliprol (entre inicio de puesta e inicio de eclosión)
spinetoram (inicio de eclosión)
spinosad (inicio eclosión)
tebufenocide (inicio eclosión)
En Producción Integrada (Reglamento de Producción Integrada de viñedo en Castilla y León), están autorizadas las siguientes materias activas: Bacillus thuringiensis, Spinosad y Tebufenocide.
En Agricultura Ecológica, puede utilizarse Bacillus thuringiensis y Spinosad.
Otras materias activas autorizadas: Cipermetrin, Deltametrin, Esfenvalerato, Lambda-cihalotrin.
Riesgo de fuego bacteriano
La meteorología de este mes, con lluvias y tiempo cálido, produce condiciones muy favorables para el desarrollo de infecciones de esta enfermedad. Las heridas causadas por el granizo son puertas de entrada que facilitan que las bacterias produzcan nuevas infecciones.
Los síntomas en aquéllos árboles que están infectados son: ramas secas, con hojas marchitas que no se desprenden y que toman un color pardo-negro en los perales, rojizo-castaño en los manzanos y membrilleros.
Así pues, se recomienda a todos los fruticultores que revisen sus plantaciones en busca de árboles infectados y que procedan de la siguiente forma:
1. Aplicar materias activas que reduzcan el riesgo de infección: Aureobasidium pullulans, Bacillus amyloliquefaciens, Bacillus subtilis, Fosetil-Al, Laminarin, Cobre (Solo formulaciones autorizadas en postfloración y a las dosis autorizadas)
2. Podar y sanear cuanto antes los árboles afectados, arrancando aquéllos que ya no es posible sanear por encontrarse muy afectados. En árboles poco afectados, eliminar mediante poda las partes afectadas con chancros, hasta 40-50
cm más abajo del límite inferior del chancro. Para localizar el límite del chancro es necesario pelar la corteza de las ramas o tronco afectado, y localizar el punto en el que la madera se ve sana:
3. Desinfectar las herramientas de poda de árbol a árbol, limpiando con lejía rebajada al 50% (una parte de agua por una parte de lejía), con alcohol y posterior flameo de la herramienta, o con otros desinfectantes. Dejar secar al aire.
4. Quemar toda la madera enferma cortada y los árboles enfermos arrancados.
Se recuerda que es necesario solicitar autorización para poder quemar, al Servicio Territorial de Medio Ambiente.
Cortar, arrancar y quemar los árboles enfermos es la única medida de control eficaz. Mantener las plantaciones frutales sanas es tarea de todos, y además es una obligación, para conseguir minimizar la expansión de la enfermedad en la Comarca.
