La presidenta del Consorcio explicó este lunes que se usarán en las obras y mantenimiento posterior de las vías y un tercero es un vagón de bomberos.
Alicia García avanzó este lunes que han firmado un convenio con la Generalitat Catalana para la cesión de tres vagones. Dos de ellos se usarán en las obras y mantenimiento posterior de las vías y un tercero es un vagón de bomberos. “Creemos que será muy útil ya que este tren circula por una zona de gran valor, encajonado entre naturaleza donde a veces no pueden llegar otros medios de extinción”, aseguró. Este convenio se suma al que ya se había rubricado con la Generalitat de Valencia para que lleguen vagones del antiguo Tren Limón.
“Hemos conseguido un proyecto tractor. Las siguientes fases queremos que el ferrocarril llegue a sus orígenes, a Ponferrada porque tiene atractivos, capacidad hotelera y es inicio y final del trayecto natural”, dijo García, apoyada por el concejal de Turismo de Ponferrada, Iván Alonso.
El Consorcio del Tren Ponferrada-Villablino, Ponfeblino, iniciará esta semana la licitación de la redacción del proyecto, la dirección facultativa de la obra y la coordinación de seguridad. Se trata de la primera fase para poner en marcha el tren turístico con la idea de que la obra, en sí, se pueda sacar a concurso antes de fin de año para que en 2025 sea una realidad el inicio de los trabajos.
Así lo explicó la presidenta del consorcio, Alicia García. “Esta semana vamos a proceder a la primera licitación. Después estaremos en disposición de tener toda la documentación para la publicación de la ejecución de las obras”, explicó. Además recordó que hace algo más de un año que se les concedieron los casi cuatro millones de euros para esta iniciativa, un año en el que según García “se ha avanzado mucho. Hay que recordar que somos un consorcio pequeño, adscrito al Consejo Comarcal del Bierzo y que el Servicio de Asistencia a Municipios a estado sin personal. En cuanto han contado con gente han puesto a una persona a nuestra disposición para avanzar”, explicó.
“Ponferrada nunca va a hacer descarrilar este proyecto, iremos despacio pero sin pausa. Un primer objetivo es recuperar esas estaciones como la de San Andrés de Montejos o la cercana a la Térmica Cultural o un tramo urbano en Cuatrovientos. Iremos dando esos pasos. Si aún hay escépticos nosotros demostraremos que se va a poner la piedra más importante del proyecto. No nos importa que de momento vaya hasta Cubillos, lo importante es echarlo a andar. Es un proyecto tractor y vertebrador del territorio”, afirmó Alonso.
Por su parte el alcalde de Villablino, Mario Rivas, aseguró que la intención es licitar la obra antes de que acabe 2024 para que se empiece a ejecutar el año que viene y esté finalizado en el verano de 2026. “Este es el único proyecto real que tenemos de los fondos de transición justa”, aseveró.
En cuanto a la obra en sí, Alicia García explicó que consistirá en dejar la línea en condiciones de circulación, con sistemas de seguridad y “paralelamente haremos la renovación del material ferroviario de la Generalitat Valenciana, los antiguos vagones del Limón Express. El siguiente objetivo será renovar las estaciones y llegar a Ponferrada. Tenemos ya algunas propuestas y estamos pensando en un proyecto público-privado”, dijo.
Por último, la presidenta del consorcio recordó que también tienen en marcha una iniciativa con la Fundación Ciudad de la Energía para la renovación de material ferroviario y usar hidrógeno como combustible. “Es único y nos puede poner en el candelero de los proyectos de innovación, finalizó.
La historia del Ponfeblino
Esta historia comienza en 1918, cuando el mundo se encontraba sumido en la Primera Guerra Mundial. El conflicto bélico provocó que España hiciera frente a un desabastecimiento energético que puso sobre la mesa la necesidad de potenciar los recursos carboníferos nacionales. Los propietarios de las minas de Villablino constataron la premura de disponer de un tren que uniese la capital del Bierzo con el valle de Laciana. El proyecto del Ferrocarril de Ponferrada a Villablino data del 22 de enero de 1918, rubricado por el ingeniero José María Alonso Areyzaga.
Al recibir la propuesta, el entonces ministro de Fomento, Francisco Cambó, convocó una reunión con los empresarios mineros con el objetivo de llevar a las Cortes un proyecto de Ley especial para agilizar los trámites de concesión del ferrocarril, dada la inminente necesidad de que se hiciera efectivo. Las cámaras y el Rey Alfonso XIII aprobaron la concesión, bajo la obligación de que el ferrocarril fuese construido en un periodo de 14 meses. También se marcó como ‘conditio sine qua non’ que el tren incluyese el servicio de transporte público para pasajeros.
Construcción en tiempo récord
El 25 de julio de 1918 comenzaron las obras, con un presupuesto inicial de 8.162.000 pesetas. En la construcción se emplearon 5.000 obreros que tuvieron que hacer frente a las dificultades orográficas del terreno. Como consecuencia, fue preciso excavar varios metros de túnel y construir numerosos puentes y muros de contención. La epidemia de gripe redujo la cifra de trabajadores a 1.200, pero ni siquiera esto supuso un obstáculo para cumplir los plazos fijados por el Gobierno. Se construían 600 metros diarios de vía y los edificios de las estaciones se edificaban a medida que el tren llegaba a ellas, trasladándose en el mismo los materiales precisos para avanzar con la construcción.
Durante el transcurso de las obras nació la Minero Suderúrgica de Ponferrada (MSP), constituida con el objetivo principal de hacerse cargo del proyecto del Ponfeblino y con un capital de 30.000.000 pesetas.
Finalmente, el ferrocarril se construyó en diez meses y medio, batiendo el récord de rapidez en la construcción de un tren en España. El Ponfeblino se inauguró con su apertura al tráfico el miércoles 23 de julio de 1919, un día histórico para El Bierzo y Laciana. Resulta sobrecogedor imaginar las vidas de todos aquellos hombres, mujeres y niños que estrenaron los vagones de un ferrocarril que 100 años después seguiría siendo historia viva de nuestra tierra.
La vida del Ponfeblino
Aunque el fin de la Guerra mejoró la escasez de recursos en el país, la línea del Ponfeblino siguió transportando carbones propios y de otras explotaciones mineras, así como pasajeros, mercancías en régimen de paquetería y correo. Desde el inicio existieron dos trenes de viajeros, aunque más adelante se añadirían otros dos. Por un lado, el ‘mixto’, que salía temprano de Villablino y llegaba a Ponferrada a las 09:00 horas. El trayecto a la inversa partía por la tarde con un horario que variaba según la época. Por otro lado, el ‘correo’, que iniciaba su camino desde la capital berciana a primera hora, mientras que el sentido contrario lo hacía a mediodía.
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