Los vecinos de Villarino del Sil hartos de las intrusiones de una osa en el pueblo y de los daños a sus cosechas

Los vecinos de Villarino del Sil no pueden más. Es la tónica general de los habitantes de este pequeño pueblo berciano que desde hace años tiene unos peculiares pobladores en el municipio: los osos. En concreto una osa, Lechugina, que se come las cosechas

03 de Julio de 2023
Actualizado: 03 de Julio de 2023 a las 14:37
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Oso comiendo cerezas. Foto y vídeos: Alipio Garcia Fernandez
Oso comiendo cerezas. Foto y vídeos: Alipio Garcia Fernandez

Los vecinos de Villarino del Sil no pueden más. Es la tónica general de los habitantes de este pequeño pueblo berciano que desde hace años tiene unos peculiares pobladores en el municipio: los osos. En concreto una osa, Lechugina, que desde hace 4 años convive como una más del pueblo. Esto, lejos de ser una escena idílica de película, se ha convertido en un importante problema para los ciudadanos que "viven con miedo" y "hartos" de esta situación, tal y como ha explicado a InfoBierzo el secretario de la Junta Vecinal del municipio, Alipio García.

 

"Llevamos 7 años con visitas en el pueblo. Al principio eran esporádicas y de ella sola -la osa Lechugina- pero ahora también trae a sus crías y desde hace 4 años ha intensificado mucho las bajadas al núcleo urbano del pueblo, baja hasta dos veces al día", reconocía enfadado García.

Esta situación "insoportable" no sólo genera un gran desasosiego entre la población que teme encontrarse con el plantígrado en sus paseos, sino por los daños en las cosechas que provocan. Desde lechugas, hasta cebollas, pasando por cerezas, la osa arrasa con todo.

 

"La gente ya ni denuncia", lamentaba el secretario, "lo que te da la Junta de Castilla y León es tan irrisorio y tardan tanto, que la gente ya pasa". Así, demanda un cambio de rumbo en las políticas de la Consejería de Medio Ambiente de quienes se pregunta si "están esperando a que haya una desgracia para tomar cartas en el asunto".

Y es que la osa está desde el lunes comiéndose las cerezas de árboles privados de vecinos, pero los daños son muchos y de distinto tipo. "Hay gente que ha dejado de venir al pueblo... tienen niños pequeños y no quieren salir a pasear sabiendo que en cualquier momento puede aparecer", se lamenta. Por todo ello demanda una "medida contundente" para "alejar a la osa del centro urbano".

Asegura que ningún vecino del pueblo tiene nada en contra de los osos y valoran la importancia y belleza de esta especie, sin embargo, la situación que les genera el tener que convivir con estos animales ha pasado ya del "sin retorno". "La osa está acostumbrada al pueblo, no le tiene miedo a las personas... Por eso las Administraciones tienen que dejar de esconderse y proteger los pueblos", afea García.