La falta de capacidad del sistema educativo para ajustarse a las necesidades empresariales es la principal debilidad de Castilla y León a la hora de retener talento. Así lo recoge un estudio de la Fundación Cotec para la Innovación y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), que resalta como fortaleza el alto nivel de la educación formal de la Comunidad.
Castilla y León ocupa la novena posición del ranking autonómico a la hora de atraer y retener el talento, con 43 puntos, una clasificación que lidera Madrid, con 73 puntos, por delante de Navarra (59), Cataluña (59) y País Vasco (56). La autonomía se cuela en el grupo intermedio de autonomías, junto a Asturias, Aragón y La Rioja, las tres con 48 puntos, Cantabria (47), Valencia (42), Baleares (39) y Galicia (38). Andalucía suma 36, mientras que Canarias, con 31 puntos, ocupa la última posición, por detrás de Castilla-La Mancha (32), Murcia y Extremadura, ambas con 35.
El informe, en el que por primera vez se ha aplicado a nivel autonómico el Índice Global de Competitividad en Atracción y Retención del Talento -GTCI, por sus siglas en inglés-, lo firma el Instituto Europeo de Administración de Empresas (Insead), una escuela de negocios internacional con sede en París. Se construye a partir de 52 indicadores agrupados en seis pilares fundamentales que condicionan el talento: facilitar; atraer; hacer crecer; retener; capacidades y vocaciones técnicas disponibles; así como nivel de conocimiento en cada territorio.
Castilla y León logra su mejor nota en el pilar ‘retener’, en el que se consideran aspectos que garantizan la permanencia del talento a través de factores relacionados con la sostenibilidad y el estilo de vida, tales como el sistema de pensiones, el gasto público destinado a protección social y aspectos relacionados con el medioambiente y la calidad del sistema de salud, entre otros. En concreto, en este apartado logra la séptima mejor calificación en el conjunto de España con 59,4 puntos, por encima de los 45,9 de la media nacional. Navarra (87,6), La Rioja (68,5) y Asturias (63,4) ocupan las primeras posiciones, mientras que Canarias (19,6), Valencia (26,7) y Castilla-La Mancha (29,2) ocupan las últimas.
Por el contrario, su peor nota la obtiene en el apartado de capacidades y vocaciones técnicas, donde se analiza la habilidad del sistema educativo para ajustarse a las necesidades de las empresas y la empleabilidad de los trabajadores en puestos acordes a sus capacidades. En este baremo la media nacional se sitúa en 51,6 puntos y la calificación de Castilla y León baja hasta los 39,9, solo por delante de Extremadura (14,4), Andalucía (31,8), Canarias (33,6) y Murcia (36,3). Por el contrario, Madrid (84,2), País Vasco (63,7) y Navarra (54,2) se sitúan en los primeros puestos.
Estudios
El informe destaca el desarrollo de la educación formal de Castilla y León, al liderar los resultados del informe PISA, en lectura y ciencias, así como las elevadas tasas de matriculación en estudios superiores y FP. Además, también ocupa una posición importante en las variables de estilo de vida, especialmente en la protección del medio ambiente y la percepción de seguridad persona. Entre las propuestas de mejora, se plantea un mayor desarrollo en la gestión profesional de los directivos, aumentar la intensidad del uso de redes sociales como acceso a oportunidades de crecimiento profesional y fomentar el dinamismo en la creación de empresas.
Madrid es líder en todos los pilares analizados menos ‘facilitar’ (encabezado por País Vasco) y ‘retener’ (Navarra), y esta comunidad también aparece como una isla, ya que se aprecian diferencias significativas entre el noreste del país, donde aparecen las regiones mejor situadas, con el extremo suroeste, que obtienen los peores resultados. Además, el informe aprecia una correlación entre los resultados y la renta por habitante. Es decir, aprovechar el talento favorece la renta per cápita y la productividad, al tiempo que el progreso económico conduce a una mayor capacidad de invertir en talento.
El estudio recoge asimismo la posición de España en el ranking internacional, donde ocupa el puesto 31 de un total de 119 países, en niveles similares a Portugal, República de Corea, Lituania o Chile. España destaca en los ámbitos de educación formal, debido a las altas tasas de matriculación universitaria; sostenibilidad, por su sistema de pensiones; y estilo de vida, tanto desde el punto de vista medioambiental como de seguridad personal.
En cuanto a las áreas de mejora, España necesita avanzar en las relaciones administración-empresa, utilización de la tecnología y aspectos relacionados con el mercado de trabajo, como la facilidad de contratación, el fomento del desarrollo profesional y la promoción de mejoras formativas.