El número de separaciones matrimoniales se incrementó un 5,6 por ciento en Castilla y León en el segundo trimestre de 2024, en la comparativa con el mismo periodo del año anterior, al registrarse 1.069 demandas de disolución matrimonial. La subida estuvo en línea con la media nacional, donde las demandas de disolución aumentaron un 5 por ciento hasta las 25.627 rupturas.
Así figura en el análisis del Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial, recogido por Ical, que precisa que, si se ponen las demandas de disolución matrimonial en relación con la población a 1 de enero de 2024, Castilla y León registró una tasa de 44,7 casos por cada 100.000 habitantes, la más baja del conjunto autonómico y casi ocho puntos por debajo de la media nacional, con 52,6 casos por cada 100.000 habitantes.
La autonomía con mayor tasa fue Canarias, donde se presentaron 67,4 demandas de disolución matrimonial por cada 100.000 habitantes, seguida de Murcia y Comunidad Valenciana, ambas con 59. Después aparecen La Rioja (58,3), Baleares (57,8), Andalucía (57,2), Castilla-La Mancha (52,6), Galicia (52,4), Aragón (50,9), Navarra (50,8). Con niveles similares a Castilla y León aparecen Madrid (46,2), Asturias (46,5) y País Vasco y Cantabria (47,2).
Los divorcios consensuados en Castilla y León ascendieron a 649, un 10,2 por ciento más, mientras que los no consensuados alcanzaron los 376, lo que supone una caída, del 4,1 por ciento.
El informe también indica que no se han registrado nulidades matrimoniales en el segundo trimestre del presente año, tal y como sucedió en el primer trimestre de 2023, mientras que en España se registraron 14, que se suman a los 18 del primer trimestre. Mientras, las separaciones consensuadas fueron 31 en Castilla y León, un 40,9 por ciento más que el segundo trimestre del pasado año, y las no consensuadas sumaron 13, un 44,4 por ciento más.
El análisis de estos conflictos concreta, además, que en el segundo trimestre de este año se presentaron en la Comunidad 168 demandas de modificación de medidas matrimoniales consensuadas, lo que representa un alza del 35,5 por ciento, mientras que las no consensuadas fueron 374, un 0,8 por ciento más.