El Seprona de la Guardia Civil de Zamora inmovilizó 1.500 kilos de setas de cardo, boletus y níscalos dispuestas para la venta y cuyo origen no estaba debidamente documentado. Los agentes inspeccionaron una comercializadora de setas para comprobar la trazabilidad y las condiciones del producto almacenado y detectaron esa partida sin justificar.
La semana pasada se observó una “gran cola” de recolectores de setas para su entrega en un centro comercializador de la provincia. La Guardia Civil las identificó y verificó que la mayoría carecía de autorización para vender el producto.
El producto micológico intervenido había sido entregado por vendedores no autorizados, por lo que se inmovilizó toda la mercancía, que fue destruida al día siguiente, según determinaron los servicios de Sanidad de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora.
El Seprona hizo varias inspecciones a otros almacenistas e inmovilizó pequeñas cantidades que también fueron destruidas.
La Unidad del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil realiza servicios preventivos de vigilancia y control sobre la intensa actividad micológica que se desarrolla en la provincia de Zamora en esta época del año, en la que es muy popular la recolección de especies como boletus y níscalos.