El director General de Generación de Endesa, Manuel Morán Casero (Foto www.endesa.com)El director de Generación de Endesa, Manuel Morán Casero, ha confirmado una vez más a sus trabajadores el cierre de las centrales de carbón en 2020, pero también les ha advertido que la tramitación del cierre de centrales térmicas como Compostilla (situada en Cubillos del Sil) podría adelantarse a este mismo año 2018, según informa RadioBierzo.
Enel, la principal accionista de Endesa, ya confirmó en mayo de 2017 el cierre de la central de Compostilla el 30 de junio de 2020 junto a la de Andorra, situada en Teruel.
Ambos cierres vienen precedidos por el nuevo modelo que está implantando la compañía eléctrica para reducir las emisiones hasta llegar a cero en 2050, siguiendo los dictados de la Unión Europea. Ante la imposibilidad de realizar las inversiones necesarias para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, la solución para Endesa sería el cierre de las centrales alimentadas por carbón.
A pesar de haber anunciado el cierre para el año 2020 -y de las actuaciones del Gobierno para crear un Real Decreto que impida estos cierres, basándose en que las decisiones tomadas por las empresas en el ámbito energético deben estar subordinadas al interés general-, ahora el director de Generación de Endesa ha advertido a sus trabajadores que la tramitación de cierre podría adelantarse a este 2018, ante la imposibilidad de realizar las inversiones necesarias.
Cabe recordar que la central térmica de Compostilla fue la primera central térmica que la compañía eléctrica tuvo en España, construida en la década de los 40'. La historia de Compostilla nace en 1945 en Ponferrada con el inicio de la construcción del primer grupo de la instalación energética, el germen de la Empresa Nacional de Electricidad SA (Endesa). El cierre de Compostilla supondría un nuevo palo para el sector minero de El Bierzo y Laciana, uno de sus principales sustentos económicos durante las últimas décadas.
Petición conjunta de Castilla y León, Asturias y Aragón
Representantes políticos de Castilla y León, Asturias y Aragón reclamaron el pasado lunes un Pacto de Estado por la Energía, con una transición energética "progresiva, equilibrada y no traumática", algo que contrastaría con las palabras de Morán. “No podemos entender ni tolerar decisiones de cierres anticipados unilaterales por parte de algunas empresas; podrán tener autonomía para tomar decisiones pero en la política energética tienen que hablar los poderes públicos y por tanto la última palabra la debe tener el Gobierno”, apuntó el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.
Estas reivindicaciones pasan también por reestructurar el sector minero, para lo que pidieron "la presencia de al menos un 5% de carbón nacional en el mix energético y que se dé preferencia al mineral español en las centrales térmicas".