Llega al Bérgidum un Julio César ‘de risa’ a cuya tragedia Companhia do Chapito le quita… hierro

Companhia do Chapitô sigue explorando en “Julio César” la risa como lenguaje para reinventar la historia. La función se podrá ver el próximo 8 de noviembre

30 de Octubre de 2024
Actualizado: 30 de Octubre de 2024 a las 08:57
Representación de la obra por la compañía lisboeta

 

Usando las herramientas del humor aplicadas a la reconstrucción histórica, el documental y la parodia, la lisboeta Companhia do Chapitô sigue explorando en “Julio César” la risa como lenguaje para reinventar la historia. La función se podrá ver el próximo 8 de noviembre (20,30 horas) dentro del programa de abono de otoño y de la programación de la Red de Teatros de Castilla y León. Las últimas localidades (12,50 euros) están a la venta.

Siendo una obra concebida originalmente en portugués, su versión española consigue mantener la chispa en los gags y los juegos de palabras añadiendo algunas bromas pensadas exclusivamente para la versión española. “Tan solo con su gesto y su palabra los tres prodigiosos intérpretes de Chapitô materializan sobre el escenario las legiones de César, la caballería de Pompeyo, una nube de flechas disparadas por sus arqueros, dos trenes de mercancías y uno de pasajeros… Tendido en el suelo, Jorge Cruz interpreta acrobáticamente el cauce y las aguas del Rubicón. Pedro Diogo y él podrían ser un Don Quijote y un Sancho inimitables, pero también el Pájaro Loco y Chilly Willy”, ha señalado el crítico Javier Vallejo en El País. 

La obra fluye de manera trepidante construyendo la historia a partir de pequeñas escenas que van conectándose unas a otras de manera vertiginosa a partir de un trabajo de lenta destilación de cada una de las piezas para cumplir la máxima de menos es más.

Representación de la obra

 

Chapitô es una compañía con sede en Lisboa, ya conocida por el público del Bergidum, que se caracteriza por abordar en tono de comedia asuntos históricos y trágicos mediante un brillante y elaborado ejercicio de interpretación en el marco de una economía escénica total, volcada expresamente en las magistrales capacidades físicas y verbales de los actores y en su predisposición innata a encontrar la manera más risible de narrar cualquier acontecimiento.

“Julio César”, desde la comedia y con su particular lenguaje escénico, aborda los acontecimientos de la vida de este personaje histórico. Espartaco, Pompeyo, Craso, Cleopatra, Vercingétorix, Bruto, Calpurnia, Marco Antonio irán desfilando por el escenario desde una perspectiva increíblemente cómica. Faltan Astérix y Obélix; pero esa es otra historia que no tiene nada que ver con los textos de Plutarco y Shakespeare que se han tomado como referencia para esta creación. 

Sobre el escenario, Jorge Cruz, Pedro Diogo y Susana Nunes interpretan a más de veinte personajes que consiguen hacer que el espectador escuche el sonido de las legiones al avanzar por Roma o las ovaciones y abucheos del público a los gladiadores. En un cruce impensable entre el espacio vacío de Peter Brook y las pantomimas de Marcel Marceau, la troupe portuguesa alerta sobre los conflictos de intereses y sobre la convergencia del poder económico con el poder político: sobre la ausencia, en definitiva, de una separación de poderes efectiva.