Los organizadores del Campeonato Mundial de Salto Base, Base Jump EWC, confirmaron hoy, a través de su página en la red social Facebook, que la torre de la Rosaleda de Ponferrada volverá a ser escenario este año de las pruebas que integran el circuito español de la especialidad. En concreto, la competición llegará a la capital berciana los días 12 y 13 de agosto.
Aunque el año pasado fue en Ponferrada donde se inauguró este Mundial, en esta décima edición la prueba se abrirá en el Valle de Tena, en la Hoz de Jaca, el 24 y 25 de junio, para después viajar hasta Ronda el 15 y 16 de julio. Los saltadores se lanzarán desde la Torre de la Rosaleda el 12 y 13 de agosto, mientras que la última prueba será la del Gran Hotel Bali en Benidorm el 22 y 23 de Septiembre.
El éxito del año pasado en esta ciudad ha hecho que los organizadores hayan vuelto a pensar en este lugar por la espectacularidad del salto. El año pasado tuvo lugar los días 13,14 y 15 de agosto, aunque el paracaidista Eder ya protagonizó un salto desde el edificio en el mes de abril.
La especialidad del salto base se diferencia del paracaidismo clásico en el hecho de que los saltos no se realizan desde aviones sino desde lugares estáticos, lo que provoca que la altura del salto sea mucho menor. Esta diferencia condiciona totalmente este deporte y genera un riesgo que aunque controlado, es mayor que el del paracaidismo tradicional. La puntuación del salto varia en función de la destreza y la precisión en el aterrizaje, que debe realizarse lo más cerca posible del centro de la diana que se ubica en tierra.