El fútbol es el deporte más universal del planeta, y si algo tiene este juego es que se adapta a cualquier rincón del mundo. Pero a veces, los rincones son tan raros que te preguntas cómo alguien decidió montar un estadio ahí. Desde islas perdidas hasta montañas imposibles, en esta lista conocerás los estadios más curiosos y extraños del mundo.
1. Estadio Ottmar Hitzfeld, un paraíso en las alturas
Empezamos fuerte. Este estadio en Suiza no está en una ciudad, ni siquiera en un pueblo grande. ¡Está en plenos Alpes! Se encuentra a más de 2.000 metros de altura en el pueblo de Gspon y sólo puedes llegar a él en teleférico. El terreno es de césped artificial porque el clima no perdona, y tiene unas vistas increíbles que a veces te olvidas del partido. Eso sí, la pelota se pierde más veces que un delantero en fuera de juego.
2. ¿Fútbol o pesca en el estadio de las Islas Feroe?
En las Islas Feroe tienen un estadio que parece un sueño (o una pesadilla) para los aficionados. Está literalmente al borde del agua, rodeado de un paisaje de película. Cada vez que un jugador le pega fuerte y falla, la pelota termina en el mar. Pero tranquilos, que tienen un equipo de barcas para rescatar los balones. Añadir una cuota de apuestas online a que la pelota acaba en el agua no sería ninguna locura.
3. Eidi Stadium, entre montañas y fiordos
Seguimos con las Islas Feroe porque esta gente sabe cómo hacer estadios raros. El Eidi Stadium está encajonado entre montañas y fiordos, y es tan pequeño que parece más un campo de entrenamiento que un estadio. Pero oye, ¿quién necesita un Camp Nou cuando puedes jugar rodeado de naturaleza salvaje? Eso sí, el viento aquí es un jugador más.
4. Estadio Municipal de Braga, esculpido en la roca
En Portugal, los de Braga se dejaron de tonterías y construyeron un estadio dentro de una cantera. Literalmente. El Estadio Municipal de Braga está tallado en la roca, con dos gradas enormes y abiertas a la montaña. Jugar aquí es como estar en un escenario épico, aunque los porteros deben odiarlo porque el eco de los goles resuena más fuerte que un grito de gol en el último minuto.
5. Estadio de Ponta Delgada, fútbol con aroma a volcán
En las Azores, una isla volcánica en mitad del Atlántico, tienen un estadio rodeado de naturaleza que te deja sin palabras. Desde las gradas puedes ver el mar, las montañas, e incluso sentir que estás en otro planeta. Aquí el fútbol es casi una experiencia espiritual.
6. El estadio en la cárcel de San Pedro, en Bolivia
¿Te imaginas ver un partido dentro de una prisión? En La Paz, Bolivia, la cárcel de San Pedro tiene su propio estadio de fútbol. Los presos organizan ligas, y es uno de los eventos más importantes dentro de este peculiar sistema penitenciario. Un ejemplo de cómo el fútbol puede unir incluso en los lugares más duros.
7. Timsah Arena, la casa del cocodrilo
En Turquía, el Bursaspor decidió que un estadio normal no era suficiente, así que construyeron uno en forma de cocodrilo. Sí, leíste bien, ¡un cocodrilo gigante! La fachada parece que te va a morder, y dentro, la pasión de los aficionados hace que todo cobre aún más sentido.
El fútbol no tiene límites
Estos estadios nos demuestran que el fútbol es mucho más que un deporte, como puedes ver en Betfair blog; es una forma de adaptarse, de crear y de disfrutar en cualquier lugar del mundo, sin importar lo raro que sea. Desde lo alto de una montaña hasta una prisión, el balón rueda y la pasión no tiene fronteras.
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