Una de las personas damnificadas por la grave situación del Club Baloncesto Bembibre es la entrenadora Bea Pacheco, que acabó la pasada campaña al frente del equipo en su segunda etapa y había renovado, pese al descenso a Liga Femenina Challenge, su vinculación para las dos próximas campañas. Se había confirmado el lunes de la pasada semana y el miércoles este medio ya anunciaba la preocupante situación de la entidad presidida por Amparo Villadangos, que ahora trabaja para vender su plaza en la segunda categoría después de anunciar que no va a competir de cara a la próxima campaña. «Me duele que no se hayan hecho las cosas de otra manera porque se habrían evitado muchos problemas», aseguró en Onda Bierzo la adiestradora madrileña, que añadió que está «viviendo una situación complicada. Cada uno con su parte –el club la suya y la mía como entrenadora, especificó–, estamos digiriendo la situación como podemos», remachó.
«Los entrenadores tenemos un trabajo y no se puede utilizar como un juguete roto», reprochó la entrenadora madrileña, que se mostró afectada por «la situación de llevar trabajando casi un mes con el club, confiando en un proyecto. De la noche a la mañana –se me presenta el lunes, recordó- se me comunica que se cae todo», explicó la preparadora, que añadió que espera «llegar a un acuerdo con el club» para zanjar su desvinculación. «Tiene que asumir la responsabilidad de lo que ha pasado», precisó Pacheco, que aseguró haber «rechazado otras ofertas porque iba a muerte con el proyecto de Bembibre. Me creí que teníamos un proyecto muy chulo entre manos para salir adelante», razonó la técnica, que espera encontrar una buena respuesta del club: «No vale decir “cierro y si te he visto no me acuerdo”. Somos profesionales», argumentó la madrileña, que tiene claro que «tendremos que intentar hablar con ella [en referencia a la presidenta]. Lo que ha dependido de ellos no lo han hecho bien», subrayó la entrenadora, que reconoció que «hemos salido con una situación muy damnificada porque no es lo mismo buscar trabajo en abril que el 15 de junio».
Sobre la forma en la que se ha llegado a esta situación, consideró la entrenadora que «era más fácil haberlo hecho más transparente en abril, cuando el equipo desciende. Haber hecho la misma composición de lugar que habrán hecho y haber tomado esta decisión hace un mes y medio», precisó Pacheco, que tiene claro que «cada uno habríamos cogido nuestras cosas tranquilamente le habríamos deseado lo mejor al club –le tengo mucho cariño, puntualizó– y no estaríamos viviendo esta situación tan desagradable, ni las jugadoras que se han quedado sin equipo ni yo como entrenadora. Más la parte de la confianza que se rompe», recalcó la preparadora, que asume que la ruptura de los acuerdos con siete jugadoras le hace daño «a nivel de imagen. Espero y deseo que encuentren un equipo rápidamente», aseveró la entrenadora, que opinó que «tienen calidad para ello. Cada una con su agencia tendrá que decidir cómo pelea lo que es suyo», zanjó.
«Me duele por la forma, porque han pasado casi dos meses para tomar esta decisión avanzando en el proyecto», insistió la entrenadora, que recordó que «no se puede vivir de una ilusión. No juzgo que no se salga», puntualizó Pacheco, que recordó que «la Liga Femenina Challenge es complicada y venimos de una Liga Femenina Endesa complicada. No juzgo si vende, permuta, baja una categoría o dos porque la gente que trabaja es la que tiene que ver qué es lo mejor», explicó la madrileña, sorprendida por la mala gestión de la delicada situación. «Un club que lleva doce años en la máxima categoría sabe cómo funcionan las cosas», criticó la preparadora madrileña, en cuya idea de trabajo, apuntó, «no hablamos de ascender, sino de volver a dar forma al club de lo que fue en otra época a nivel de imagen –ha sido una temporada muy convulsa que he vivido desde dentro, recordó–. Volver a recuperar ese cariño que ha generado Bembibre en todos los sitios», remarcó la adiestradora, que había empezado un proyecto de cantera con el Ciudad de Ponferrada. «Teníamos algo muy bonito para seguir con el baloncesto en El Bierzo», comentó.
Pese a la triste situación, admite Pacheco que «probablemente lo más cabal sea parar ahora y no empezar la temporada y que no puedas pagar a jugadoras y entrenadores. El primer paso era haber hecho unos presupuestos reales para ver la situación del club y no como se han hecho las cosas», sugirió la adiestradora, que insistió en que «es una sensación de tristeza porque se venía hablando» a pesar de que Amparo Villadangos decidió presentarse a la reelección como presidenta pese a la grave situación económica que ha terminado por descubrirse. «Ella está en su derecho, me lo creí e iba de la mano, confié en ella», explicó Pacheco, que recordó que «hablamos muchísimo para ir en la misma dirección» y aseguró que está «rodeada de una directiva que es una gente 10, lo mejor que tiene. Gente que se desvive, que vive por y para el club, para ayudar a que salga de la situación en la que se ha metido», explicó la entrenadora, que tiene claro que «tiene suerte de la gente que tiene alrededor porque es gente fiel y que lo hace por amor al arte para darle la vuelta».
Iñaki Quintas: «El miércoles […] nos comunican que el club desaparece»
Otro afectado, Iñaki Quintas, abandonó su puesto de coordinador de cantera del Ciudad de Ponferrada para asumir ese puesto en el club del Bierzo Alto y ser ayudante de Bea Pacheco en el primer equipo. En los micrófonos de Onda Bierzo, también mostró su «desilusión. Estaba ilusionado con la idea de ser segundo entrenador de Bembibre y el proyecto de vinculación con el Ciudad de Ponferrada para que las chicas salgan», argumentó el gallego, que dejó entrever una clara «decepción. Era un proyecto ilusionante, estaba todo cuadrado», certificó.
En este sentido, destacó la posibilidad de «poder ver que dos jugadoras de Ponferrada iban a estar entrenando y en el banquillo del Bembibre. Era una ilusión para el proyecto de Ciudad de Ponferrada», enfatizó el adiestrador gallego, triste como Pacheco por el desenlace. «El miércoles recibimos la llamada de la presidenta y nos comunican que el club desaparece», rememoró Quintas, que aseguró que «no nos lo creíamos» y ahora es consciente de que la situación en Bembibre es algo que «tienen que resolverlo ellos».
Sobre su salida de Ponferrada, apuntó que «el club tiene relevo» con Luis David Rodríguez. «Mi decisión estaba tomada», agregó el técnico, que consideró que su trabajo ha sido positivo: «El crecimiento ha sido bueno. La parte femenina ha dado un paso adelante», subrayó el entrenador, que lamentó esta situación porque «El Bierzo pierde el referente femenino» y espera que algún jugador pueda llegar al primer equipo porque «Oriol [Pozo] daba oportunidades. En estos dos años ha sido bueno y hay que continuarlo», afirmó sobre el trabajo formativo.
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