Javi Rey, el míster de la Deportiva Ponferradina, atendió a los medios tras la derrota por 1-0 en el campo del Tarazona. En su análisis, reconoció las dificultades que planteó el rival. «Esto es Tarazona», dijo el adiestrador blanquiazul, que recordó que sus jugadores sabían a dónde venían a jugar. «Cometimos un error y nos penalizan», detalló el preparador deportivista, que añadió que «después no hubo apenas ocasiones» y admitió que «en este campo es muy complicado» jugar ante este rival que, dijo, «aprieta alto y no deja jugar».
No obstante, Rey alabó a sus pupilos porque, dijo, «el equipo lo intentó hasta el final. Fuimos incapaces de generar ninguna ocasión clara», aclaró el míster de la Deportiva, que reconoció que el Tarazona les llevó «a un ritmo de partido altísimo» y que se va «fastidiado» porque, consideró, «no podemos cometer ese error en la salida. De hecho, cree que su equipo lo hizo «bien» en los primeros minutos y se fue del partido tras el tanto en contra. Hubo un momento de desconexión», apostilló.
En este sentido, lamentó esa mala decisión a pesar de que el Tarazona apenas les sometió. «No sufrimos, pero la sensación era que el Tarazona estaba mejor», precisó el entrenador de la escuadra berciana, que consideró que «la segunda parte estuvo más igualada» y reconoció que «al final lo intentamos por inercia. Sabíamos que era el partido de más dificultad», enfatizó Rey, consciente de que los jugadores no podían pensar en otros resultados: «Teníamos que estar centrados en nosotros. No hablamos de lo que pasó ayer», remachó.
Es por ello que dijo que desde ya «hay que preparar el partido de la próxima semana. Está todo igualado, tenemos que volver a la senda de la victoria», aseveró el técnico gallego, que apostó por «levantarse y seguir» para centrarse en la visita al Toralín del filial del Athletic Club: Desde mañana, a pensar en el partido. No podemos parar a lamentarnos», recalcó el míster orensano, que espera un partido de «máxima exigencia» en el que espera tener a todos los jugadores porque, dijo, «son los partidos en que quiere estar todo el mundo».
No le importan los problemas de Borja Valle, que se tuvo que retirar tras un golpe. «Le pusieron tres grapas, está mareado», explicó el técnico, que aseguró que no es «nada de gravedad». Sobre Andrés, comentó que «se le salió un dedo» y recibió la atención del médico del Tarazona, al que dio las gracias «por todo» lo que ayudó. «Lo tenía inflamado, pero ha aguantado», alabó el estratega, «seguro de que va a jugar» y sin excusas por las sanciones de Álvaro Ramón y Carrique, ya que afirmó que sus sustitutos «están más que preparados».
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