La jugadora portuguesa, Bea Várzeas, se incorporó con la última temporada iniciada, pero acabó siendo pieza básica para Carlos Figueroa
El Bembibre Hockey Club sigue trabajando para conformar un proyecto ilusionante y solvente, con identidad y reconocible. Es por ello que sigue anunciando la continuidad de varias de las piezas que fueron importantes para lograr la permanencia en su estreno en la OK Liga Iberdrola, la máxima categoría del hockey femenino de nuestro país. Una de ellas, sin duda, fue Bea Várzeas, que se une a los nombres de Fernanda Tapia y Gisela Vicente.
Más allá de una calidad evidente, demostró gran personalidad y conocimiento sobre la pista para ser uno de los referentes para la afición y Carlos Figueroa, que apostó por la jugadora portuguesa de 27 años y le otorgó galones desde su incorporación en noviembre. Ella respondió a la confianza anotando seis goles en veinte partidos, pero sobre todo añadiendo experiencia a un grupo joven y al que su veteranía, junto con la de Pía Sarmiento, ayudó.
Pese a que su llegada al equipo con la temporada iniciada, se acabó ganando su peso y su espacio en el grupo y la confianza del técnico andaluz, que ya había reclamado su incorporación con antelación. Sin duda, le ofreció un recambio más de garantías para utilizar la plantilla con más solvencia e incrementar el nivel físico de la misma gracias a una jugadora que pudo utilizar durante muchos minutos.
Es por ello que el técnico admite que «su aportación al equipo ha sido importante. Ha sido una de las jugadoras que más ha jugado», explicó Figueroa, que reconoció que espera «mucho más de ella. Es una jugadora que puede aportar mucho más en ataque y en la posesión de la bola», explicó el míster, que consideró que «tiene el nivel suficiente para ser una figura que añada experiencia. Será una pieza clave en el trabajo de la próxima temporada», apostilló.
Por su parte, la jugadora aseguró que firma su renovación «con entusiasmo y con el compromiso de seguir trabajando y dando lo mejor». De hecho, agradeció al club «la oportunidad y la confianza» que depositaron en ella y también a la afición «el apoyo incondicional que nos brindan tanto en los partidos como fuera del Bembibre Arena. Sin ellos, nada sería lo mismo», rubricó.
Tras iniciar su trayectoria deportiva en el Mealhada, el Vila Boa do Bispo le dio una oportunidad a Várzeas para disputar la “Final Four” de la Taça de Portugal antes de vivir sendas etapas en el Turquel y el Coimbra y emprender su carrera en España. Llegó a nuestro país de la mano del Patín de Berenguela, pasó por el Borbolla y se fue al Esneca Fraga, su último equipo, donde logró el ascenso a la máxima categoría y participó en la Copa de la Reina.
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