Así se expresó Nadal en unas declaraciones a la prensa en el Consejo Económico y Social (CES), donde defendió que “es bueno que se ordene el cierre de centrales”. Algunas de las instalaciones que las eléctricas tienen intención de cerrar son las térmicas de carbón de Asturias y Aragón, donde actualmente gobierna el partido dirigido por Pedro Sánchez.
“Las posturas políticas si se maduran pueden cambiar”, afirmó Nadal, quien aseguró que, de momento, no se ha planteado qué hacer si dicha proposición de ley no supera el trámite parlamentario.
“Vamos a hacer todo lo posible para que el cierre de centrales térmicas y de todo tipo se haga de manera ordenada”, reiteró el ministro, que concluyó que “abrir una central es complicadísimo, pero cerrarla no y tendría que tener garantías equivalentes”.
Compostilla y Anllares luchan por llegar a 2020
El director de Generación de Endesa, Manuel Morán Casero, confirmaba en febrero de este año a sus trabajadores el cierre de las centrales de carbón en 2020, pero también les ha advertido que la tramitación del cierre de centrales térmicas como Compostilla (situada en Cubillos del Sil) podría adelantarse a este mismo año 2018.
Enel, la principal accionista de Endesa, ya confirmó en mayo de 2017 el cierre de la central de Compostilla el 30 de junio de 2020 junto a la de Andorra, situada en Teruel.
Ambos cierres vienen precedidos por el nuevo modelo que está implantando la compañía eléctrica para reducir las emisiones hasta llegar a cero en 2050, siguiendo los dictados de la Unión Europea. Ante la imposibilidad de realizar las inversiones necesarias para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, la solución para Endesa sería el cierre de las centrales alimentadas por carbón.
A pesar de haber anunciado el cierre para el año 2020 -y de las actuaciones del Gobierno para crear un Real Decreto que impida estos cierres, basándose en que las decisiones tomadas por las empresas en el ámbito energético deben estar subordinadas al interés general-, ahora el director de Generación de Endesa ha advertido a sus trabajadores que la tramitación de cierre podría adelantarse a este 2018, ante la imposibilidad de realizar las inversiones necesarias.
En Anllares, la central de Páramo del Sil perteneciente a Gas Natural-Unión Fenosa, la situación es idéntica.