El Museo Guggenheim de Bilbao lanza un crowdfunding para restaurar al icónico Puppy

24 de Junio de 2021
Actualizado: 02 de Noviembre de 2021 a las 13:45
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da vida a puppy
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El Museo Guggenheim de Bilbao quiere que llevar a cabo la puesta a punto del ‘perro’ más conocido de la ciudad. Para realizar la restauración de la escultura floral 'Puppy', el museo bilbaíno ha presentado la iniciativa de crowdfunding o micromecenazgo #DaVidaAPuppy o, en euskera, #PuppyBiziberritu, destinada a recaudar los fondos necesarios para abordar la restauración interna que requiere su estructura interna. 

Un trabajo que se basa en restaurar el 'esqueleto' de acero del animal, además del sistema de riego para mantener vivas las 38.000 flores que lo componen y las distintas capas que fijan el sustrato que, a su vez, nutre las plantas. Una operación que el museo cifra en 100.000 euros, por lo que el museo ha optado por solicitar la colaboración de la sociedad para asegurar que una obra tan representativa como Puppy lucirá en perfectas condiciones los próximos 25 años.

 



 

El crowdfunding se ha activado este mismo miércoles y hoy jueves lleva recaudados más de 4.200 euros, el 4% de las donaciones que se necesitan. La página, que está disponible en cuatro idiomas, euskera, español, inglés y francés, cuenta con la opción de realizar aportaciones de diferentes cantidades. Eso sí, para aquellas donaciones que superen los 100 euros, el museo como recompensa ofrecerá a los donantes ser Amigo del Museo, distintivo con el que tendrán descuentos, actividades exclusivas y acceso gratuito durante 1 año. A aquellos que superen los 300 euros, se les nombrará Miembro Internacional durante 6 meses para que puedan acudir a visitas privadas e inauguraciones.

Las donaciones podrán realizarse a través de la página web que lleva el mismo nombre que la iniciativa #DaVidaAPuppy, que contará, además, con una campaña a través de las redes sociales para recaudar fondos.

Puppy preside la entrada del Museo Guggenheim Bilbao desde su inauguración en octubre de 1997, cuando entró a formar parte de la Colección. Esta escultura pública de más de doce metros de altura, que representa a un West Highland terrier gigante “es una de las obras contemporáneas más admiradas y fotografiadas y, para que siga luciendo un aspecto óptimo y saludable en el futuro, ha llegado el momento de darle nueva vida”, aseguran desde el museo.