El proyecto ha recibido una subvención de 42.000 euros de la Junta de Castilla y León y cumple así con el compromiso adquirido tras las I Jornadas de Patrimonio Cultural Inmaterial celebradas el pasado mes de octubre en Villafranca y con la normativa internacional (UNESCO), así como las normativas estatal (Ley 2015) y autonómica (Ley de Patrimonio Cultural de 2002) sobre la salvaguardia de este patrimonio.
“Actualmente, aunque es un deber de las administraciones públicas, no existe un inventario oficial del patrimonio cultural inmaterial ni en el Bierzo, ni en la Comunidad Autónoma. Este proyecto tiene por objetivo realizar un inventario piloto del patrimonio cultural inmaterial presente en la Reserva, que contribuya a la realización posterior de un inventario más amplio a escala comarcal’, explica Patricia Pérez, presidenta del IEB.
El patrimonio inmaterial comprende las prácticas y expresiones vivas heredadas y transmitidas de generación en generación como las tradiciones orales, las artes escénicas, los usos y rituales sociales o los saberes, conocimientos y técnicas vinculadas a la artesanía tradicional. Manifestaciones como los maios de Villafranca, las romerías, el volteo de campanas, la música y las danzas tradicionales pero también la gastronomía, la cultura vitivinícola, los baños y molinos asociados a los ríos, los magostos y saberes que se vienen transmitiendo tradicionalmente y se adquieren exclusivamente mediante la práctica.
Publicación en la plataforma digital de la UNED, que será interoperable:
El proyecto de inventario tiene un plazo de ejecución de seis meses y su principal finalidad es identificar, documentar, difundir y promocionar los elementos del patrimonio cultural inmaterial presentes en la Reserva. El compromiso es confeccionar este primer inventario y publicarlo a través de una plataforma digital, para la que se está adaptando una base de datos de la UNED (similar a la experiencia de la Tebaida berciana) con el fin de ajustarla a los requisitos internacionales para la confección de inventarios según la Convención de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, ratificada por España en 2006.
Un aspecto innovador y de extrema utilidad futura es que la base de datos de este inventario será interoperable con otras bases de datos existentes y con el futuro Censo del Patrimonio Cultural de Castilla y León.
Primeros talleres de formación en Vega de Espinareda:
El pasado fin de semana en Vega de Espinareda se presentó el proyecto a los alcaldes de los municipios de la Reserva y se impartieron los talleres de formación de formadores para la confección de inventarios, recopilación de datos y los trabajos de campo con las comunidades locales. Fueron tres días de trabajo en los que participaron representantes de la UNED, de la Reserva de la Biosfera, del IEB y el equipo formado para la ejecución del inventario. En ellos intervinieron Carlos Montes, antropólogo e investigador sociocultural, y Fernando Brugman, secretario del IEB y experto en las directrices de la Unesco, y sirvieron para definir las fichas, la metodología y el calendario de trabajo. “Hemos consensuado una primera lista de bienes del patrimonio cultural inmaterial a incorporar y empezamos ya con los trabajos de investigación, análisis y confección del inventario”, concreta Brugman.
El proyecto prevé ahora realizar actividades y acciones para sensibilizar a las comunidades locales del valor e importancia de su patrimonio cultural inmaterial. Se impartirán talleres en Villafranca, Vega de Espinareda, Candín y Peranzanes para promover la participación y colaboración de asociaciones y portadores de información. A la vez, el IEB pondrá en marcha también un plan para fortalecer las relaciones entre instituciones, asociaciones y empresas de la comarca en relación al patrimonio inmaterial. “Necesitamos crear las alianzas estratégicas para que este inventario no se quede en estos cuatro municipios sino que pueda tener continuidad y podamos hacerlo extensivo al resto de localidades del Bierzo”, recalcó la presidenta del IEB, quien espera que la Junta de Castilla y León, la Diputación, el Consejo Comarcal del Bierzo, los ayuntamientos y demás instituciones y empresas del territorio se comprometan y responsabilicen en la defensa de este patrimonio, dedicando recursos profesionales y económicos al respecto.