¿Eres adicto a los chats?
Con la creación de los chats, se nos dio la posibilidad de hablar por internet con gente que no conocíamos, pudiendo hacer nuevos amigos e incluso en algunos casos ligar con estas personas que tenían las mismas aficiones y afinidades que nosotros. Esta conexión hacia que muchas personas que no eran capaces de relacionarse en vivo con otras personas viesen en los chats una herramienta muy potente e interesante para hablar de sus problemas, para encontrar a alguien con sus mismos gustos e incluso para no sentirse tan solo.
El problema empezó a aumentar cuando los chats fueron evolucionando a las aplicaciones de mensajería o programas de escritorio al estilo de MSN Messenger, donde tú podías estar conectado durante bastante tiempo y hablar largas horas con la persona que querías, teniendo en todo momento contacto con dicha persona o personas. Sin embargo, cuando apagabas el ordenador, todo quedaba ahí, no te llevabas el chat a la calle o al cuarto de baño o a la mesa para comer.
En la actualidad con los teléfonos móviles el problema a la adicción de los chats, como nos comentan en Chateamos.net ha crecido, por el simple motivo de que tenemos la posibilidad de llevar en nuestra mano la conversación en todo momento y además, conseguimos saber si esa persona que nos interesa nos ha escrito al momento, sin tener que esperar a conectarnos al ordenador.
Antiguamente para saber algo de alguien, tenías o bien que mandarle un correo electrónico, y ya nos contestará, como también llamarla a su teléfono particular, ya bien sea el de casa o en aquella época en la que los teléfonos móviles únicamente servían para hablar por teléfono y en algunos casos para mandar SMS. Esto hacía que si queríamos llamar o mandar un correo lo hiciéramos, pero sabíamos que existía un horario claro en el que no venía bien, como por ejemplo la hora de comer o por la mañana cuando se estaba en el instituto o en horario laboral o incluso cuando pasaban las 21:00 de la noche, estaba mal llamar a casa, porque no se quería molestar. Sin embargo, ahora se manda un mensaje por WhatsApp o por chat a cualquier hora, dando igual si la otra persona tiene el teléfono encendido o no, haciendo que, nada más levantarnos tengamos decenas de mensajes de personas que, al leerlos y hacerles ver a la tora persona que han sido leídos los mensajes, nos crea ansiedad al sentirnos mal en no contestarle al momento.
Esta acción de recibir mensajes y contestarlos al momento crea una cadena que al final consigue que el tiempo que tenemos para nosotros se acorte y nos llevemos gran parte de nuestra jornada diaria mirando el móvil y chateando. Si eres de los que quieres que te contesten a tus mensajes en cualquier momento del día, no respetas los horarios y además sientes nerviosismo y estrés cuando ves que alguien no te ha contestado a lo que le has escrito, posiblemente seas adicto a los chats y a continuación te vamos a decir cómo superar esta adicción al chat.
¿Cómo superar mi adicción a los chats?
Existen varios síntomas que deben de tenerse en cuenta a la hora de hablar de adicción, y pueden ser por ejemplo el síndrome de la vibración fantasma, que es cuando tu mente te juega malas pasadas y te hace pensar que el teléfono ha vibrado y por lo tanto, te ha llegado un mensaje que debes de leer al momento. Esto también ocurre con las miradas al teléfono para saber si el chat que estás o estabas teniendo con alguien sigue operativo o sigue escribiéndote, incluso cuando ya le has dicho adiós porque tienes que seguir con otras tareas.
De la misma manera, si te corta tu rutina diaria, bien sea el trabajo, el salir a practicar deporte o incluso si te sientes incómodo al no tener el móvil cerca, es posible que seas adicto a los chats.
La manera de erradicar esta adicción a chatear puede ser similar a la de fumar o cualquier otro tipo de ludopatía. Debiendo de saber racionalizar y poner límites. Las redes sociales, aplicaciones de mensajería y chats son herramientas de comunicación que, sabiéndolas usar bien, son muy beneficiosas, pero debes de saber poner todo en su sitio. Por ejemplo, aporta un tiempo a revisar tus notificaciones, por ejemplo puedes responder mensajes una media hora al día si así lo crees oportuno, pero no darle más tiempo del necesario.
De esta manera focalizas tu tiempo y aquellos que te escriben van a saber que solamente tienen que escribirte a una hora en particular y que no podrán molestarte a otras horas, mientras estudias, trabajas o simplemente te tomas tu día libre.
Aprende a controlar tus emociones y también a quitar estímulos negativos, por ejemplo desactiva el doble check de tus aplicaciones o chats, como también quita la vibración del móvil o cuando estás trabajando o quieres un poco de tranquilidad, desconecta el móvil y utilízalo solo como teléfono, de esta manera evitarás las distracciones y los pormenores que puede darte el uso de estos dispositivos. Al hacer esto, o tendrás que mirar tanto el terminal y debes de saber y concienciarte de que, si algo sucede, te llamarán al teléfono, la opción que siempre debe de quedar fija.