La asociación de vecinos de Compostilla sugiere que la central de biomasa para la red de calor de Ponferrada se ubique en el barrio de los Judíos

El presidente de la asociación Los Olivares, que representa al barrio, se desmarcó de las protestas que secundan otros barrios como La Rosaleda y Cuatrovientos

04 de Enero de 2018
Actualizado: 08 de Enero de 2018 a las 12:40
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calor955
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La ubicación de la planta de calor que el Ayuntamiento de Ponferrada proyecta instalar para alimentar a más de una decena de edificios municipales enfrentó este jueves a algunas asociaciones vecinales de la ciudad. Tras el rechazo al proyecto de los vecinos de los barrios de Compostilla y La Rosaleda, al que este jueves se sumó la asociación Matagal que representa a los vecinos de Cuatrovientos, la presidenta de la AV Compostilla, Pilar Martín Coruña, sugirió que la central se instale en el barrio de los Judíos.

Las palabras de Martín Coruña tienen su origen en el comunicado que este miércoles difundió el presidente de la la asociación Los Olivares, del barrio de los Judíos, Javier Folgueral, que se desmarcó de la oleada de quejas y aseguró que “las protestas no se ajustan a la realidad del proyecto” de la central. Martín Coruña manifestó su “asombro” por las declaraciones de Folgueral sobre el proyecto y consideró que “el Ayuntamiento ya tiene una parcela donde reubicarlo, que es el barrio al que representa el señor Folgueral”.

Según la presidenta de la asociación de vecinos de Compostilla, “esta reubicación acerca el proyecto a los edificios públicos a los que está destinado”, entre los que se cuentan los Juzgados, los colegios e institutos de la zona o la Biblioteca municipal, además de contar con el apoyo de la asociación de vecinos, remarcó Martín Coruña.

Cuatrovientos secunda las protestas

Por su parte, la asociación de vecinos Matagal del barrio de Cuatrovientos manifestó su “rechazo total” a la instalación de la central de calor “en cualquier lugar próximo a viviendas” y subrayó que la instalación debería llevarse a cabo en una parcela de suelo industrial para no provocar “heridas” en el trazado de la ciudad.

En esa línea, los representantes de la asociación vecinal insistieron en el carácter “industrial” de una iniciativa que consideraron “alejada de la idea de cualquier dotación de servicio público”. En el mismo sentido, sugirieron que la parcela escogida para la instalación de la central de calor se use “para dotar de auténticos equipamientos públicos que puedan ser beneficiosos para la ciudad”.

“En el futuro, el entorno del Toralín puede servir de malla urbana para unir la ciudad, sin heridas como fueron décadas atrás la montaña de carbón y hoy puede ser esta central”, aseguraron. La propia asociación de vecinos de Compostilla fue la primera en oponerse al proyecto, calificándolo de “ataque al barrio” y de “nuevo foco de contaminación” que aislaría la zona del resto de la ciudad.

calor635 Imagen del Barrio de los Judíos de Ponferrada / César Sánchez / ICAL