Una de las locomotoras insignes de MSP volvía a aparecer saliendo por los raíles de la que fuera sus estación termino, como si el tiempo no hubiera pasado, coronada por el vapor de sus calderas y con el sonido de la sirena. De ella se apeaban, algo más viejos, sus antiguos maquinistas.
Como si las decenas de personas que esperaban la salida de la vieja locomotora, fueran a recibir a los viajeros en una máquina del tiempo. Así fue la aparición de 'La 31', después de 24 años sin fuego en sus calderas. Madera, carbón y humo dieron paso al movimiento de las ruedas por empuje mecánico después de más de dos décadas. Volvía a sonar su sirena en la estación de Ponferrada, convertida ahora en museo ferroviario.
Y para la ocasión, "recordando con nostalgia" fueron testigos los maquinistas de esta joya, Marino Castro y Rafael Martín, quienes acompañaron a las autoridades municipales en ese paseo por la memoria industrial del Bierzo y su auge en unas infraestructuras que ahora se le niegan.
La 31
La locomotora Número 31, considerada la auténtica joya del parque de locomotoras de la antigua Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP), fue adquirida en 1943 a la Sociedad Minera Guipuzcoana. Construida por J.A. Maffei en Múnich en 1913, prestó servicio durante muchos años en el transporte de mercancías y pasajeros entre Ponferrada y Villablino, hasta que en 1989 se terminó el tránsito ferroviario de las máquinas de vapor entre Laciana y El Bierzo.
Han pasado desde entonces 24 años, en que los habitantes del Bierzo y Laciana vieron esta antigua locomotora de vapor del Ponfeblino funcionar por última vez.
Tras su restauración para el tren turístico Ponferrada-Villablino, que nunca se materializó, fue cobijada en un hangar de Cubillos hasta su polémico traslado a León en 2010, que fue seguido en 2011 de su descanso definitivo en el Museo del Ferrocarril de la capital berciana.