El juez ha fallado a favor de los acusados, los directivos de Friger, por un delito de alzamiento de bienes e insolvencia punible este miércoles por lo que se les absuelve de las acusaciones de sus empleados
El fallo se ha conocido este miércoles y absuelve a los directivos de un delito de alzamiento de bienes e insolvencia punible. El juez ha considerado que sí hubo intención de realizar el pago, pese a que la empresa no tenía liquidez, según ha dado a conocer La Nueva Crónica.
Parece ser clave que los trabajadores no solicitaron el concurso de acreedores, lo que "hubiera supuesto la administración judicial de la sociedad y el análisis de la posible culpa personal de los administradores en los impagos generados", aunque la empresa sí tenía patrimonio para afrontar la deuda con los trabajadores. En los Juzgados de Ponferrada se declaró la insolvencia de la empresa "sin que conste que los ejecutantes intentaran o promovieran averiguación patrimonial y el embargo o traba de ninguno de estos bienes, posiblemente para poder acceder con agilidad a los pagos que podrían obtenerse del Fogasa" y sería esta la razón por la que no se consideraría el delito de insolvencia punible.
El desencadenante del caso, la venta de una finca en Tenerife por parte de los propietarios de la empresa, con la que se habría obtenido un millón de euros no parece ser importante según la sentencia ya que apunta a que fue un alquiler con opción a compra, por lo que no podrían alzarse bienes porque no disponían de ellos y tenían la prohibición legal de disponer.
No quedaría entonces probado que se vendieran bienes inmuebles propiedad de la entidad a terceras personas vinculadas, por lo que no habría insolvencia punible ni alzamiento de bienes. Todo se hizo con la intención de abonar la deuda con los empleados y no queda probado que se deshicieran de sus bienes para no hacerlo, apunta la sentencia según informa La Nueva Crónica.
Los empleados ya han anunciado que apelarán a la Audiencia Provincial al estar no estar de acuerdo con la decisión judicial.
Recordemos que el Juzgado de Ponferrada acogía el pasado 30 de julio el juicio contra los propietarios de la empresa Friger, dedicada a la fabricación de maquinaria de refrigeración y extracción para negocios de hostelería o alimentación, que cerró sus puertas hace once años dejando casi un millón de euros de deuda a sus trabajadores, que llevaban un año sin cobrar y que habían pedido la extinción de sus contratos. En total son 22 empleados que cobraron un 35% de su deuda del Fondo de Garantía Social, Fogasa, pero quieren recuperar todo su dinero.
En el banquillo se sentaban seis miembros de la familia Blanco Álvarez, acusados de un presunto delito de alzamiento de bienes por transmitir bienes entre ellos para eludir el pago. El Ministerio Fiscal reclamaba para cada uno de ellos tres años de cárcel y el pago del dinero que adeudan. Se estimaba que deben unos 50.000 euros a cada uno de esos trabajadores.
Los acusados declararon que la empresa no disponía de fondos y que ofrecieron daciones en pago a su plantilla, pero no lo aceptaron.
Por su parte los 22 afectados, muchos de ellos sin ingresos durante años, reconocían su cansancio después de once años de lucha para llegar a juicio. Muchos de ellos han visto reducida su pensión, ya que, cuando se quedaron sin trabajo, les quedaban pocos años para jubilarse. Otros reconocen que tenían la esperanza de que la empresa pudiese salir adelante porque Friger fue una compañía puntera a nivel nacional y operaba en numerosos países.
Friger llegó a contar con 800 trabajadores y trabajaba en España y América. Estuvo valorada en 5.000 millones de pesetas. Ahora los empleados esperan que haya una sentencia condenatoria y que puedan cobrar el dinero que aún les deben.
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