Alma Ruth Magallanes, artesana del vidrio y propietaria del taller 'La Cárcel', ubicado en la zona alta de Ponferrada acude a Mirada Social para hacer un repaso a su labor con el vidrio. Desde las reproducciones de joyas que enamoraron a un coreano en el Museo del Bierzo, pasando por las piezas que llegan hasta Australia, hasta su orgullo por realizar las lágrimas de la Virgen de la Encina.
La artesana berciana realiza un repaso en InfoBierzo TV de sus trabajos más preciados en sus más de 20 años de labor. Especialmente orgullosa de haber podido restaurar las lágrimas de la Virgen de La Encina, Alma Ruth comenta que dejó su trabajo en Publicidad porque era un tanto 'culoinquieto' y "lo de estar sentada" no iba con ella. A partir de ahí, se sumergió de lleno en este proyecto que continúa dándole alegrías como la de ver reflejado su trabajo en un reportaje de 'La aventura del saber' de La 2.
Reproducciones de joyas, originales de diseños y algún que otro taller para mostrar a grandes y pequeños cómo realizar estas piezas llenan el día a día de su taller, 'La Cárcel', situado en la calle Carnicerías 3 de Ponferrada. En esta entrevista nos cuenta detalladamente su trayectoria.
"Trabajaba en publicidad lo de estar quieta y sentada no iba conmigo, soy de acción, de hacer cosas. Trabjar delante de un ordenador es muy duro".
"El vidrio te atrapa, alucinas los colores, las temperaturas, fundirlo de forma que se trabaja como si fuera plastilina. El vidrio fue lo que me encontró a mí, tengo el recuerdo de jugar con las cuentas y los botones de mi madre".
"Mucha gente dice que me iría mejor fuera. Es verdad que igual me iría mejor en un sitio donde haya más gente... Me dicen cómo que no vendes en tiendas, yo soy artesana no es lo que quiero, puedo hacer 8 o 10 piezas al día".
Los italianos alucinan cuando ven que trabajo el vidrio de murano. Siempre les vendo piezas, los precios que tengo son muy módicos comparados con los de Venecia". El mio es vidrio de murano con diseño berciano. Alucinan con que haya alguien aquí que trabaje el vidrio de allí.
He llegado a asaltar a una persona para pedirle una foto de un collar que quería reproducir
Estoy muy orgullosa de las lágrimas de la Virgen de la Encina. La chica que la restauró me trajo una y eran terribles como garbanzos. A raíz de ahí me salió otro trabajo.
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