La situación económica del Levante podría suponer una oportunidad para la Ponferradina de quedarse en Segunda División. La amenaza de un descenso administrativo del equipo, que quedó tercero la pasada campaña, podría beneficiar de esta manera a los blanquiazules, que fueron el equipo de descenso en mejor posición.
Según ha adelantado la Cadena Ser, el Levante tiene un déficit de tesorería de 30 millones de euros. La Liga de Fútbol Profesional le ha comunicado oficialmente que tiene tres semanas, hasta el día 31, para sanear sus cuentas y ponerse al corriente de pago con los jugadores y con la Agencia Tributaria.
En caso de no llevarse a cabo podría descender de categoría y su hueco quedaría en manos de la Ponferradina. El club levantino no tiene capacidad ni garantías para solicitar un préstamo, por lo que se verá obligado a vender jugadores, solicitar una ampliación de capital o atraer inversores privados.
Según ha adelantado la Cadena Ser, el Levante tiene un déficit de tesorería de 30 millones de euros. La Liga de Fútbol Profesional le ha comunicado oficialmente que tiene tres semanas, hasta el día 31, para sanear sus cuentas y ponerse al corriente de pago con los jugadores y con la Agencia Tributaria. En caso contrario podría descender de categoría y su hueco sería cubierto por la Ponferradina. El club levantino no tiene capacidad ni garantías para solicitar un préstamo, por lo que se verá obligado a vender jugadores, solicitar una ampliación de capital o atraer inversores privados.