La Audiencia Provincial de León afronta desde este lunes el juicio que sienta en el banquillo al exconcejal de Ponferrada y exalcalde de Toreno, Pedro Muñoz. En esta primera sesión se han producido las declaraciones de Raquel Díaz, víctima de un presunto delito de tentativa de homicidio, maltrato y lesiones.
Las declaraciones han sido estremecedoras. Expuso con rotundidad y fuerzas Raquel Díaz en su declaración de esta primera sesión, los tratos vejatorios de Pedro Muñoz hacia su persona se dieron “durante todo el tiempo de la relación”, incluso asegura que viviendo en su casa ya se dieron “episodios violentos”. La relación comienza en 2016, dos años mas tarde, en 2018, Comienzan a vivir en Santo Tomás de las Ollas. “Este señor a mí me rompió la vida”, comenta Raquel, que declaró tras un biombo.
A pesar de que durante sus declaraciones Pedro Muñoz ha asegurado que “a mi esposa no le puse nunca la mano encima”,
Raquel ha comentado que cuando ella trabajaba como abogada y quedaba con algún cliente, Muñoz se presentaba en el bar y asegura que “No pasaba nada allí, pero cuando llegaba a casa llegaban los palos”.
En su testimonio, Raquel asegura que Muñoz le “amenazaba diciéndome que estaba mal de la cabeza, que me iba a hundir en Ponferrada, que iba a matar a mi hermano, a mi hermana, a mis sobrinos y a mi hija”
Sobre la financiación de la campaña electoral de 2019, tal y como comenta la víctima, Pedro Muñoz, le pidió dinero para financiar la campaña electoral de 2019. Ella aceptó, “caí en la trampa”. Según relata, el dinero que los invitados de la boda regalaban a los novios, se ingresaba en una cuenta de partido.
La Finca de Toreno, "la finca de los horrores"
Preguntada acerca de el relato del suceso en la finca de Toreno. Sobre la llamada al 112 del 13 de marzo de 2018, comenta que la discusión comenzó por la política, había “gestiones que no me gustaban, y si no le daba la razón yo acababa pegada, maltratada o violada”. Al hablar de su estancia en la finca, Raquel se ha emocionado y ha comenzado a llorar, entre lágrimas, comentó que “Me dolía mucho que me llamara hija de puta y cuando le decía que parara se ponía más gallito. Era un psicópata narcisista que cuando le plantaban cara se volvía más gallito”.
“Agarrarme con la mano derecha por el cuello era matemático”, asegura Raquel al comenzar a hablar sobre las agresiones. La víctima también comento que Pedro Muñoz “me daba puñetazos, me tumbaba en la cama y me violaba”. "Me obligaba a tener relaciones sexuales de todas las maneras", ha señalado la víctima en su relato durante el juicio.
Tal y como relata Díaz, el día 27 de mayo tuvo pesadillas en la UCI, en aquellas pesadillas “me empecé a dar cuenta de que aquello era lo que había ocurrido”. Según comenta, en marzo intentó llamar al 112, no obstante, “el 112 nunca me asistió. Acabó violándome”.
Raquel se ha referido a la casa de Toreno como la “finca de los horrores”, tras ello ha comentado que cesó sus intentos de llamar a la Policía de Ponferrada debido a que como él era concejal, tenía miedo de acabar siendo culpable
El episodio del puzzle
Asimismo, durante su declaración, Muñoz había recordado que fue Raquel la que había roto un cuadro-puzle. "Me llamó loca, zorra, hija de puta. Me agarró por el cuello preguntándome por qué había destrozado su casa”, tras ello comenta que dicha discusión también acabo en una violación.
¿Por qué no dejo a Pedro?
Respondiendo a por qué siempre acababa volviendo con Pedro Muñoz, Raquel ha comentado que “me amenazaba con que mataría a mi familia y amigos. Les amenazaba a todos de muerte y a mí me decía que no iba a trabajar nunca más en Ponferrada porque el que mandaba era él”.
El testimonio de las amigas de Raquel Díaz
Varias amigas de la víctima recogieron como testimonio las amenazas de Muñoz, tal y como expone la causa, el acusado la llamaba y la insultaba. Raquel añadió que Muñoz le “prohibió ir al gimnasio, a fisioterapia, ver a mis amigas, quedar con mi familia, me prohibió todo”.
La agresión que la dejo parapléjica
Raquel ha descrito la agresión que sufrió y que más tarde la dejaría parapléjica, “me agarra con su mano derecha y me golpea con la izquierda en el ojo. Para no caerme, me agarré a su brazo y tenía las uñas largas para que no me soltara. Me lanzó contra el pozo y resbalé por el suelo. Salió de la casa y me decía: Zorra, hija de puta, ¿te has muerto ya? ¿Te has enterado de que la única forma que tienes de librarte de mí es muerta?”.
Según ha estimado Raquel, las agresiones se repetian “cada quince días”, además ha asegurado que Muñoz “sabía pegarme”, pues tal y como relata, “cuando me dolía la tripa, me daba en la barriga; si tenía la menstruación, lo hacía en los pechos porque durante esa etapa duelen más; y si lo hacía en la cara buscaba la mandíbula”.
Por su parte, la defensa de Muñoz intenta desmontar la versión Diaz a través de diferentes declaraciones realizadas con anterioridad y comparándolas a las realizadas en la primera sesión.
Las declaraciones de Pedro Muñoz
Pedro Muñoz ha realizado en esta jornada sus primeras declaraciones en el juicio. Según se ha constatado en la primera sesión el 13 de marzo de 2018, Raquel realizó una llamada “de auxilio” al 112. En el audio, se puede escuchar a Raquel llorar y a él hablar. “Yo estaba llorando porque no entendía nada e intentando tranquilizarla. Cuando se cansó, cortó la llamada”. “Ni yo sabía que había llamado, yo estaba desesperado tratando de cambiar ese ataque de ira que tenía. A lo mejor tuvo un ataque de celos y empezó a montar el número”, defiendió el acusado, Pedro Muñoz. “Aquí el único herido soy yo”, comentó Muñoz al explicar que en la discusión del 13 de marzo de 2018, Raquel “había roto un cuadro-puzle y había cristales en el suelo. Esto que ha pasado es cuando yo hablo del ataque de ira”.
El relato de los hechos ofrecido por el acusado es que el 27 de mayo del 2020, dos años después de la llamada de Raquel al Servicio de Emergencias del 112, tras acudir a una concentración del Covid y comprar una empanada, los dos se desplazaron hasta la finca de Toreno, donde comieron. Después de esto, Raquel comenzó a trabajar y Pedro sacó a los perros. Ese mismo día, el 27 de mayo, Raquel buscaba a la gata durante la noche, cuando Pedro se disponía a acostarse, comenzó a preocuparse por el paradero de ella. Al no encontrarla salió hasta el pozo, allí encontró a Raquel junto al pozo, “le puse la mano en la cabeza, olía a sangre, uno de los perros la lamía”. En ese momento aclara que buscó donde colocar a Raquel y llamó al 112. Muñoz asegura que no agredió a Raquel: “A mi esposa no le puse nunca la mano encima”.
Según la versión de la víctima, la discusión comenzó por la mañana, cuando Raquel pidió a Muñoz que no fuese a Ponferrada asegurando que él tenía una relación extramatrimonial. Se puede escuchar en la llamada al 112, que los hechos se reconocen tal y como explicó Pedro Muñoz, después de “un accidente” su mujer de 44 años que se encuentra inconsciente, no responde. El exconcejal de Coalición por el Bierzo comentó que si no hubiese intervenido aquella noche, Raquel no hubiera sobrevivido.
Por último el exconcejal de Coalición por el Bierzo ha finalizado su declaración reiterando que "si no hubiese intervenido aquella noche, Raquel no hubiera sobrevivido".
Declaración de la hija de Raquel Díaz
“Cuando mi madre me contó que iba a casarse con Pedro Muñoz le dije que se iba a casar con un maltratador”, afirmó hoy en la Audiencia Provincial de León la hija de Raquel Díaz.
En respuestas a todas las partes, la joven -en calidad de testigo- relató que su madre estaba “totalmente poseída y anulada” por Muñoz, de manera que “no tenía voluntad y no la podía ejercer en ningún plano”, al tiempo que “la estaba consiguiendo apartar de los demás” hasta el punto de que “cada vez estaba más aislada de su entorno”, incluida su propia hija que, incluso, se negó a ir a la boda por su opinión sobre el ex concejal.
Llegada a los juzgados
Pedro Muñoz ha llegado esta mañana a la cita a las 8:30 horas entre gritos de "Aquí están las amigas de Raquel" de la Asociación de Feministas Bercianas. “No fue una agresión, trató de asesinarla”, “Pedro, cabrón, púdrete en prisión”, “Pedro, capullo, te queremos en el trullo” o “No fue una agresión, no se arrepintió, asesinarla era su intención”, fueron algunos de los gritos coreados hoy por varias miembros Asociación de Feministas Bercianas, que se concentraron a las puertas de la Audiencia Provincial de León ante el inicio del juicio contra Pedro Muñoz por los presuntos delitos de tentativa de homicidio, maltrato, amenazas, injurias y lesiones contra la que fue su mujer. Allí, las mujeres advirtieron que “ahora mismo está sobre la mesa de forma palpable la posibilidad de que Muñoz salga impune de un intento de asesinato”, lo que “eleva la pesadilla a su versión más terrorífica”.
Aproximadamente una hora después, una furgoneta del Centro de Referencia Estatal Discapacidad y Dependencia de San Andrés del Rabanedo hizo su entrada en la plaza de San Isidoro de la capital leonesa.
Dentro de ella iba la víctima, Raquel Díaz, que declarará en calidad de testigo tras la intervención de su expareja en calidad de acusado. Mientras un acompañante ayudaba a Díaz a abandonar el vehículo en la silla de ruedas en la que está postrada desde los hechos ocurridos en mayo de 2020, las Feministas Bercianas le mostraban su apoyo con cánticos como “Raquel, guerrera, aquí está tu trinchera”, “Si tocan a una, nos tocan a todas” o “No queremos cuentos, queremos justicia”.