Varias familias de Ponferrada y Bembibre acceden al programa de subvenciones para el alquiler de Cáritas

A fecha de hoy ya se han cubierto los alquileres de 50 familias, no sólo en Ponferrada, sino también en las UPAS de Bembibre.

26 de Junio de 2024
Actualizado: 26 de Junio de 2024 a las 13:20
Presentación de la Memoria de Cáritas Diocesana de Astorga

A fecha de hoy ya se han cubierto los alquileres de 50 familias, no sólo en Ponferrada, sino también en las UPAS de Bembibre.

A través del programa de subvenciones destinadas a facilitar una solución habitacional inmediata a mujeres en situación de vulnerabilidad, personas objeto de desahucio de su vivienda habitual, personas sin hogar y otras personas especialmente vulnerables en Castilla y León, que desde finales de  2023 puso en marcha la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, en colaboración con Cáritas de  Castilla y León, Cruz Roja y la Fundación Intras, comenzamos en Ponferrada el  año pasado la experiencia piloto para ayudar a familias con dificultades de  acceso a la vivienda en nuestro entorno. 

El programa consta de dos fases. La primera, de noviembre de 2023 a  febrero de 2024, en donde se cubrió con esta subvención el pago del alquiler de 66 familias. Y en marzo se inició una segunda fase, que continúa en estos  momentos. 

A fecha de junio de este año se han cubierto los alquileres a 50 familias,  pero ya no sólo en Ponferrada, sino también en las UPAS de Bembibre, Rivas  del Sil y Órbigo (en estas tres últimas zonas desde marzo de este 2024). 

Así pues, 116 familias se han visto beneficiadas a junio de 2024 en  nuestro entorno por este programa de subvenciones, aunque algunas familias  son receptoras de la subvención en las dos fases. 

La semana pasada, en las Jornadas sobre Exclusión residencial celebradas  en Valladolid, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del  territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunció que la Junta dará luz verde a la  continuidad de la subvención para este fin, en la que también va a participar la  Fundación Personas, y cuyo importe global será de 2.070.000 euros, frente a  los 605.475 euros con los que se había dotado hasta ahora. Ello recalca la  importancia de disponer de ayudas destinadas a cubrir el alquiler a las familias  con más dificultades. 

 

El acceso a la vivienda, un derecho humano 

Sonia Cortés, técnica del programa que tramita estas subvenciones en Cáritas  de la UPA de Ponferrada, explica que “no se trata de una ayuda asistencial, sino  que son familias que ya están en el programa de Empleo, con las que se están  haciendo procesos de inclusión e itinerarios personalizados”. Por ello, “si  cambia la situación de la persona o de la familia, entendemos que tiene que  salir de la subvención porque hay otras personas que pueden acceder a ella”. 

La subvención no es sólo para alquiler de pisos. En algunos casos,  también de habitaciones, “ya que hay personas que por su situación social no  pueden acceder al alquiler de una vivienda completa”. Suelen ser personas más  jóvenes en estos casos. 

En Cáritas tenemos presente que “el acceso a la vivienda es un derecho  humano”, aunque a veces los requisitos para que los más vulnerables accedan  a él parecen no tener en cuenta esto.



Personas que han conseguido salir este programa de ayudas 

Afortunadamente hay personas que han entrado en este programa de ayudas y  ya han salido de él gracias a que han encontrado un empleo y/o han accedido a  rentas sociales. Ello ha logrado cambiar a mejor su situación económica. 

“Mantener durante unos meses esta ayuda al alquiler les ha facilitado hacer un poco de ahorro, y en cuanto vemos que pueden ser autónomos en  este sentido, salen de esta subvención para dar oportunidad a otras personas”,  destaca Cortés. Por ello hay familias que han accedido a estas ayudas por un  periodo de tres meses, mientras que otras han percibido la ayuda durante seis  meses, que es el máximo de tiempo que se ha subvencionado. Pero siempre  enmarcada la recepción de la ayuda dentro de un proceso de inserción social. 

Para hacer un proceso de inclusión, disponer de una vivienda en la que  residir es fundamental, destaca la técnica de Cáritas. 

 

Máximo de 600 euros al mes para pago de alquiler por familia 

Para poder optar a esta subvención se exige que exista contrato de alquiler y  que el pago se realice mediante transferencia bancaria. El tope máximo que se  cubre por familia es de 600 euros de alquiler al mes. 

“Trabajar en clave de derechos supone que este tipo de subvenciones  ayudan en ese objetivo, con el fin de que no sea una ayuda asistencial, porque  en Cáritas no trabajamos así, sino dentro de un proceso de mejora en la  situación de cada familia”, manifestó Sonia Cortés. 

Y todo en coordinación con los Servicios Sociales, que han facilitado de  forma ágil los informes de vulnerabilidad, ya que la subvención se destina a  personas en riesgo de exclusión social. 

 

Perfil mayoritario: Familias monoparentales (mujeres con hijos a cargo) 

A cada familia se le valora su situación, el proceso que estén realizando, si se  encuentran a la espera de recibir alguna ayuda… ya que todas las que están en  los programas de nuestra Cáritas cumplen el baremo económico para acceder a  la subvención, por lo que se tienen en cuenta esos otros aspectos.

El perfil mayoritario de quienes reciben estas ayudas son familias  monoparentales (mujeres con hijos a cargo), aunque también hay parejas con  hijos y mujeres solas. Y son familias tanto españolas como extranjeras. 

Úrsula Macías, técnica de Cáritas, considera que “ésta es una gran  solución, aunque no sea la solución absoluta, ya que el problema de acceso a la  vivienda no sólo es económico, sino que hay problemas añadidos: los precios  de las viviendas, el reparo de arrendatarios a hacer contratos de alquiler a  personas con determinados perfiles… por eso hay problemas que incluso con  esta medida, no se solucionan”. 

Mensualmente se realiza seguimiento de las familias acogidas a estas  ayudas con el fin de valorar la situación en la que se encuentran, ya que  “tenemos muchas familias con esta necesidad, por lo que el porcentaje de personas que necesitan ayuda con el alquiler que se ha cubierto con esta  subvención es bajo. Mucha gente tiene que hacer malabares para cubrir los  gastos del mes”, recalca Macías. 

Por otra parte, esta línea de ayudas no cubre el gasto de hipotecas, y  podría ser algo a valorar, ya que “podríamos pensar que una familia por el  hecho de tener una hipoteca ya tiene un buen poder adquisitivo, y no es así”. 

La buena noticia es que esta subvención continuará y además con mucho  más dinero destinado a este fin, por lo que se podrá llegar a más familias. Y que  el trabajo que ha desarrollado Cáritas en este terreno ha sido fundamental.