El consumo de carburantes para transporte se situó en Castilla y León entre enero y noviembre de 2023 en las 1.824.833 toneladas, lo que supone un aumento del 1,8 por ciento, respecto al dato de 2022 durante el mismo periodo, pese a la eliminación de la bonificación de 20 céntimos por litro a los particulares (se mantuvieron diez céntimos por litro para los profesionales). En el caso de la provincia de León, cayó un 3,8% hasta las 323.519 toneladas, aunque el consumo de gasolina 98 subió.
Las cifras que proporciona la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), recogida por Ical, indica que el repostaje de gasolina 95 alcanzó en los meses analizados, las 282.619 toneladas en Castilla y León, lo que representa un aumento del 6,5 por ciento en comparación al ejercicio precedente. Asimismo, en el caso de la gasolina 98, el alza del consumo en la Comunidad, se situó en el 5,9 por ciento, hasta las 13.811 toneladas. Con todo, el consumo mayoritario siguió en el gasóleo A, con 1.528.403 toneladas y un crecimiento del 0,9 por ciento, en relación a 2022.
Por provincias, el consumo de carburantes para transporte tuvo un comportamiento heterogéneo, con descensos en León, Salamanca, Segovia y Soria y crecimientos en el resto. En concreto, en la provincia leonesa (323.519 toneladas), menguó un 3,8 por ciento; en la charra (258.127), un 3,2 por ciento; en la segoviana (112.051), un 3,1 por ciento; y en la soriana (77.359), un 1,2 por ciento. En el extremo opuesto, creció más en Palencia (150.361 toneladas), un 18,5 por ciento; en Burgos (297.091), un 6,3 por ciento; en Valladolid (318.529), un 4,1 por ciento; en Ávila (97.212), un 1,7 por ciento; y en Zamora (190.585), un 1,2 por ciento.
Por tipo de combustibles, en gasolina 95, el consumo creció en todos los territorios, en Palencia (18.478 toneladas), un 11,5 por ciento; en León (53.733), un 9,7 por ciento; en Soria (11.734), un 8,7 por ciento; en Zamora (21.459), un 8,5 por ciento; en Segovia (22.775), un 7,7 por ciento; en Burgos (47.0389, un 5,2 por ciento, en Ávila (19.342) y Valladolid (54.627), un cuatro por ciento, en ambos casos; y en Salamanca (33.433), un 3,4 por ciento.
En cuanto a la gasolina 98, el repostaje descendió sólo en Zamora (1.306 toneladas), un 0,4 por ciento, y aumentó en Segovia (1.097), un 16,9 por ciento; en Burgos (2.672), un 12,3 por ciento; en Ávila (737), un diez por ciento; en Palencia (900), un 6,8 por ciento; en León (2.512), un 5,7 por ciento; en Salamanca (1.689), un 1,9 por ciento; en Soria (583), un 1,8 por ciento; y en Valladolid (2.315), un 0,8 por ciento.
Por último, en gasóleo A, bajaron los consumos en León (267.274), un 6,2 por ciento; en Segovia (88.179), un 5,8 por ciento; en Salamanca (223.005), un 4,1 por ciento; y en Soria (65.0419, un 2,8 por ciento. Por el contrario, creció en Palencia (130.983), un 19,7 por ciento; en Burgos (247.381), un 6,5 por ciento; en Soria (261.587), un 4,2 por ciento; en Ávila (77.134), un 1,1 por ciento; y en Zamora (167.820), un 0,3 por ciento.
Agrario
El informe que facilita Cores también proporciona cifras sobre el consumo de gasóleo B, el agrario, que no remonta el vuelo en un contexto de un pésimo año marcado por la sequía, los bajos precios y los elevados costes de producción. Todo esto lleva a los profesionales del campo a utilizar técnicas cada vez de menor laboreo en las siembras para reducir el consumo, con su impacto también en el consumo.
En concreto, los agricultores y ganaderos de la Comunidad, utilizaron hasta noviembre, 493.252 toneladas de este combustible en sus explotaciones, con una merma del 15,6 por ciento. Por provincias, el repostaje de gasóleo B bajó en todos los territorios, especialmente en Segovia (43.186 toneladas), un 21 por ciento; seguida por Salamanca (53.970), un 20,2 por ciento; León (85.0149, un 19,4 por ciento; Ávila (32.851), un 17,4 por ciento; Soria (27.119), un 16,7 por ciento; Valladolid (71.601), un 14,4 por ciento; Palencia (49.572), un 12,9 por ciento; Burgos (75.330), un 11,3 por ciento; y Zamora (54.610), un 6,7 por ciento.