El combustible diésel sigue siendo mayoritario en las gasolineras de la provincia, y se despacharon el pasado año hasta 288.114 toneladas. Pero la tendencia también es clara, ya que supone un 6.7% menos que en 2022; mientras, el consumo de gasolina 95 creció un 8,2% hasta las 58.439 toneladas.
Con 349.327 totales, es la provincia de Castilla y León que más combustible despachó.
El repostaje de carburantes para transporte apenas creció en Castilla y León durante 2023 tras la eliminación de la bonificación de 20 céntimos por litro a los conductores particulares (se mantuvieron diez céntimos por litro para los profesionales). Los datos que proporciona la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), indica que el año pasado se consumieron 1,97 millones de toneladas de gasóleo A y gasolinas 95 y 98, lo que supone un ligero aumento del 0,5 por ciento respecto al dato de 2022, con 9.306 toneladas más. Esa cifra, sin embargo, sigue siendo un 4,3 por ciento inferior a la de 2019, antes de que estallara la pandemia de la Covid, cuando se consumieron 2,06 millones de toneladas.
La gasolina gana terreno
La gasóleo A sigue siendo el combustible por excelencia para el transporte aunque su tendencia es de claro retroceso. En concreto, según recoge Ical, se consumieron el año pasado, 1,65 millones de toneladas, que representan una bajada del 0,5 por ciento, en relación a 2022.
Por el contrario, el repostaje de gasolinas aumentó. Los castellanos y leoneses consumieron 308.432 toneladas de gasolina 95, que supone una subida del 5,5 por ciento en comparación al año precedente; así como 15.240 de gasolina 98, que avanzó en el mismo porcentaje respecto al dato de 2022.
Provincias
Por provincias, el consumo global de carburantes descendió en Salamanca (278.386 toneladas), un 4,9 por ciento; en León (349.327), un 4,4 por ciento; en Segovia (122.604), un cuatro por ciento; y en Soria (84.156), un 2,2 por ciento. Por el contrario, se elevó en Palencia (163.613 toneladas), un 16 por ciento; en Burgos (320.221), un 4,8 por ciento; en Valladolid (344.297), un 2,3 por ciento; en Ávila (106.286), un 0,8 por ciento; y en Zamora (208.008), un 0,5 por ciento. Sólo la provincia palentina, registró un mayor reportaje que en 2019, cuando contabilizó 133.778 toneladas.
En diésel, el repostaje mermó en León (288.114 toneladas) y Segovia (96.423), un 6,7 por ciento, en ambos casos; en Salamanca (240.178), un 5,9 por ciento; en Soria (70.646), un 3,9 por ciento; y en Zamora (183.140), un 0,3 por ciento. En el extremo opuesto, subió en Palencia (142.547), un 17 por ciento; en Burgos (265.7629, un 4,7 por ciento; en Valladolid (282.087), un 2,2 por ciento; y en Ávila (84.3279, un 0,1 por ciento.
Por lo que se refiere a la gasolina 95, su consumo aumentó en todas las provincias de la Comunidad, en Palencia 820.075), un 10,3 por ciento); en Soria (12.869), un 8,4 por ciento; en león (58.439), un 8,2 por ciento; en Zamora (23.432), un 7,2 por ciento; en Segovia (24.972), un 6,9 por ciento; en Burgos (51.504), un 5,1 por ciento; en Ávila (21.165), un 3,4 por ciento; en Valladolid (59.629), un 2,7 por ciento; y en Salamanca (36.350), un 2,3 por ciento.
Por último, en gasolina 98, las ventas sólo se redujeron el año pasado, en Zamora (1.437 toneladas), un 0,8 por ciento; y aumentaron en Segovia (1.209), un 16,5 por ciento; en Burgos (2.955), un 12 por ciento; en Ávila (794), un 7,4 por ciento; en Palencia (991), un seis por ciento; en León (2.774), un 4,5 por ciento; en Salamanca (1.858), un 2,5 por ciento; en Valladolid (2.581), un 1,6 por ciento; y en Soria (641), un 1,4 por ciento.