Con 33 años de experiencia en el sector de la salud, protesta contra la negativa de la Consejería de Sanidad a abonarle las retribuciones correspondientes a noches y festivos trabajados en jornadas ordinarias de 17 o 24 horas
Víctor Pérez, el celador del Centro de Salud de Astorga, que el pasado martes comenzó una huelga de hambre y un encierro en respuesta a la constante negativa de la Consejería de Sanidad de Castilla y León de abonarle las retribuciones por las noches y festivos trabajados en jornadas ordinarias de 17 o 24 horas. Esta problemática afecta al 70 por ciento de los celadores de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y ha llevado a Pérez a una batalla que lleva cinco años en marcha.
El celador informó sobre la creación de una comisión de trabajo en la que la Consejería de Sanidad presentó una propuesta para reconocer el pago adeudado, pero este esfuerzo se desmoronó con el cambio de gobierno en la Junta de Castilla y León. La falta de negociaciones y la falta de acción han dejado al trabajador en un estado de desamparo y abandono. "Se creó una comisión de trabajo en la que la propia consejería de sanidad llegó a presentar una propuesta en la que se nos iba a reconocer el pago y demás, pero con el cambio de gobierno dentro de la Junta de Castilla y León y con la marcha de Ciudadanos, el Partido Popular no asumió las negociaciones que había en ese momento no se levantaron actas, no se hizo nada y entonces de todo lo hablado quedó en saco roto."
El conflicto se intensificó cuando el trabajador y sus colegas intentaron resolver el problema a través de la vía judicial. Sin embargo, esta ruta también se encontró con obstáculos insuperables. A pesar de las similitudes entre sus funciones y horarios y los de los celadores de urgencias hospitalarias que habían ganado sentencias favorables, se les denegó el reconocimiento de sus derechos bajo la figura de la "extensión de efectos de sentencia". Esta negativa se produjo a pesar de que no había ningún impedimento legal para su reclamación, ya que el gobierno regional había decidido unilateralmente no pagar estas retribuciones.
Ante la falta de opciones viables para resolver la situación, el celador ha recurrido a la huelga de hambre y al encierro como último recurso. A pesar de ser un paciente cardiológico con antecedentes de infarto y un ictus hace unos años, ha decidido arriesgar su salud para llamar la atención sobre la injusticia que él y sus colegas enfrentan en el sistema de salud de Castilla y León.
En su mensaje a la Junta de Castilla y León, el celador subraya que esta lucha no se trata de categorías profesionales, sino de derechos fundamentales que deben ser respetados. El llamado es a eliminar el clasismo dentro del sistema de salud y garantizar que todos los trabajadores sean tratados con igualdad y reciban una compensación justa por su labor.
En medio de esta lucha, el Partido Unión del Pueblo Leonés ha presentado una proposición no de ley en las Cortes de Castilla y León para abordar este problema que lleva años sin resolverse. El celador expresó su agradecimiento por este gesto y espera que esto marque el comienzo de un camino hacia la justicia y el reconocimiento de los derechos laborales de todos los trabajadores de la salud en la región. “Me gustaría agradecer a la Unión del Pueblo Leonés, al partido de Luis Mariano, por el interés que ha mostrado en este caso, porque el pasado miércoles presentó una proposición no de ley en las Cortes de Castilla y León para que se trate este tema y que pueda darse solución y salida a este problema de años.”