Spartak Japaridze se ha convertido en el protagonista de la jornada matutina de este viernes en León. Debido a su visita al Hospital de León, la Guardia Civil ha implementado un amplio dispositivo de seguridad en el centro médico para supervisar al líder de la banda georgiana 'Kanonieri Qurdi', conocida por su participación en el tráfico de drogas. Numerosos agentes y vehículos de la Benemérita se congregaron en la entrada del Hospital para garantizar la seguridad de este inusual paciente.
Debido a que este preso, que cumple condena en el Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas, es considerado extremadamente peligroso, la Comandancia de la Guardia Civil de León no ha podido especificar los agentes y patrullas destinadas al dispositivo de seguridad implantado esta mañana en el Hospital de León.
Japaridze asumió el liderazgo de los "Kanonieri Qurdi" después de la detención en España de su predecesor, Zviad Darsadze, en 2018. En 2016, ya había evadido a la Policía Nacional al escapar minutos antes de que los agentes allanaron un piso en Madrid donde se le había localizado.
Según informa el Diario de Sevilla, estas bandas suelen operar de manera itinerante, estableciéndose temporalmente en una ciudad, cometiendo robos en viviendas y cambiando de ubicación cuando sienten la presión policial. No es sorprendente que uno de estos delincuentes relacionados con la banda fuese arrestado en Sevilla en 2016. El detenido en aquel momento fue Eisha Meshveliani, considerado la mano derecha de Spartak Japaridze.
Spartak Japaridze, líder de la mafia georgiana, se mantuvo escondido en Italia durante mucho tiempo y fue condenado en su país natal a 18 años de prisión por un intento de asesinato. En 2015, la mafia georgiana comenzó a enviar a sus miembros desde Italia, donde tenían una base establecida, para restablecer una red criminal en España.
Fue en este momento que Spartak Japaridze asumió el liderazgo de la organizació junto a Eisha Meshveliani como su hombre de confianza en España. Meshveliani se encargaba de alquilar viviendas y proporcionar vehículos y documentación a otros miembros de la banda.
La mafia georgiana ha operado en la península ibérica durante más de una década y ha tenido notorios líderes, como Zakhar Knyazevich Kalashov, considerado durante mucho tiempo el prisionero más peligroso de España, quien fue nuevamente detenido en Rusia en 2015.