El centro está insertado en la conocida como Finca Valsemana, de propiedad de la Junta de Castilla y León, con una extensión de 850 hectáreas en un monte de utilidad pública destinadas a varias utilidades como un Centro de Aclimatación del Oso y un Centro de Investigación del Corzo.
En ella misma se ubicará, tal y como avanzó el consejero de Medio Ambiente, un Centro de Formación sobre el manejo de especies silvestres de Castilla y León para personal público interno y externo, cuya inversión se llevará a cabo en 2023.
De igual manera, en la misma ubicación se creará el tercer Centro de Recuperación de Animales de la Comunidad Autónoma, para no tener que llevar los animales enfermos o accidentados a Valladolid. La Junta invertirá en él casi dos millones de euros para completar la instalación como “un centro de referencia en la protección de la biodiversidad”. Las obras comenzarán el próximo año.
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones puso de relieve durante su primera visita al Centro de Cría del Urogallo de Valsemana que será “un centro de referencia internacional” respecto a una especie amenazada en peligro de extinción “muy alto” y que en toda España cuenta con dos centenares de ejemplares, el 80 por ciento de los cuales se encuentran en la zona cantábrica, entre Asturias y León.
Por ello, explicó que el centro tratará de evitar esta extinción mediante un sistema de reproducción artificial a través de inseminación y otro de reproducción natural, lo que “permitirá la cría de nuevas urogallinas que, tras su evolución en el centro, se procederá a su reintroducción en el medio natural”. En esta línea, se seguirán experiencias previas llevas a cabo en lugares como Polonia, Pirineos y Sobrescobio (Asturias) y también otras privadas.
La puesta en funcionamiento del Centro de cría ha permitido la creación de siete nuevos puestos de trabajo, de los cuales seis son a tiempo completo y uno a tiempo parcial. Se trata de un veterinario director del centro, dos biólogos técnicos de apoyo, una investigadora postdoctoral y tres peones especialistas de apoyo al mantenimiento, manejo y estudio del comportamiento animal. A ellos se sumarán las colaboraciones “muy relevantes” de instituciones como el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria o el Consejo Superior de Investigaciones Científicas que “aportarán conocimiento investigador” para consolidar un centro que será “único en España y una referencia internacional”.
Ejemplares
El director del Centro de Cría del Urogallo de Valsemana, Gabriel de Pedro, señaló que el centro cuenta en estos momentos con varios urogallos de líneas boreales que ya han criado este año y diez urogallos cantábricos de dos puestas de campo de doce huevos y que ya son semiadultos y que, aunque hasta el segundo año no se reproducirán, suponen “los primeros urogallos de León nacidos en Valsemana”.
Para son “unos números bastante buenos teniendo en cuenta lo delicada que es la especie”, ya que se trata de un animal que “muchas veces sufre de paradas cardíacas y de golpes”, al tiempo que “solo admite que trabajen con ellos tres o cuatro personas”.
El objetivo del Centro es trabajar previamente tanto con ejemplares como con huevos de urogallos de linaje boreal y centroeuropeo para poner a punto las técnicas y protocolos de manejo, incubación y alimentación previamente a la llegada de ejemplares ibéricos.
En septiembre y octubre de 2021 el centro recibió 24 ejemplares juveniles de urogallo de origen centroeuropeo, ocho procedentes de Austria de los que cuatro eran machos y cuatro hembras; seis de Holanda con dos machos y cuatro hembras; seis de Castro Urdiales de diferente edad; y cuatro hembras procedentes de Bélgica.
Miguel Emerich, de la Dirección General de Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que colabora no solo en la infraestructura sino también en el contenido de la investigación, expuso que el trabajo de campo y el de dentro del propio centro “tienen que llevarse de forma paralela” para lograr que “la población de campo se estabilice y crezca y, cuando el centro empiece a producir animales, se pueda reforzar la población silvestre con animales de calidad”.