Tras las huellas de los campos de trabajos forzados para más de 600 presos en El Bierzo y León: De las minas al embalse de Barrios de Luna o construir la central de Compostilla

El Bierzo y Laciana fueron, como gran parte del resto de España, ubicaciones para campos de trabajos forzados para los represaliados franquistas. Entre sus fronteras se encontraban cinco recintos de internamiento, donde llegó a haber más de 600 personas

02 de Noviembre de 2024
Campos de trabajos forzados de Fabero

Puede parecer que la represión franquista quedó hace tiempo atrás, pero todavía quedan huellas en aquellos pueblos donde se levantaron barracones y campos de trabajo forzado, principalmente para las penas menores de los vencidos.  Parece que las secuelas de este tiempo han quedado atrás, que se pierden en el tiempo, que se ubican lejos de las fronteras conocidas, de los pueblos que hoy siguen en pie; y, sin embargo, están cerca, la gente pasa por delante, en algunos casos ajena a lo que en su momento sucedió en ese mismo sitio.

El Bierzo y Laciana fueron, como gran parte del resto de España, ubicaciones para campos de trabajos forzados para los represaliados franquistas. Entre sus fronteras se encontraban cinco recintos de internamiento, donde llegó a haber más de 600 personas, según Alejandro Martínez, historiador y escritor berciano.

 

A continuación puedes ver el mapa interactivo y las ubicaciones de los campos de trabajos forzados de la provincia:

 

LAS OBRAS QUE PERDURAN

 

 
Campo de trabajos forzados de Fabero

 

También a día de hoy se usan infraestructuras y se recuerda a empresas que 'ocuparon' a esa 640 personas, que en condiciones de esclavitud levantaron, entre otras, el Canal del Bajo Bierzo y diferentes explotaciones mineras. Y es que la minería, siempre tan arraigada en ambas comarcas, tan inherente, fue también fuente de la represión durante los posteriores a la Guerra Civil.

Entre los campos de trabajo forzado, el más importante se localizó en Fabero, en el grupo La Reguerra de Minas Moro, S.A, que estuvo abierto entre 1939 y 1947 y contó con hasta 250 trabajadores al mismo tiempo. Cruzando el Corral de los lobos, otra empresa que también explotó mano de obra forzada, Antracitas de Gaiztarro en sus minas de Matarrosa del Sil, con 70 personas en esa industria.

Del campo más grande, a la empresa más importante, la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP). La que fuera la mayor compañía carbonera privada de España, también se sirvió de presos políticos para abastecer su factoría. En este caso en Orallo, municipio perteneciente a Villablino, donde estuvieron recluidos hasta 120 personas en la casa de la familia Barrero que trabajaban en los grupos “Calderón” y “Orallo” de la MSP.

 

Presos franquistas en los campos de Orallo y Caboalles

 

En Laciana, hubo otros dos destacamentos penales -campos de trabajos forzados-: el de Villaseca y el de Caboalles de Abajo, ambos proporcionaban mano de obra a la MSP. A partir de 1942, en Villaseca, en la que había sido sede del Sindicato Católico de la localidad, eran hasta 40 presos; mientras que en el Pozo de Caboalles, eran 75, según la Memoria Anual de 1941 de MSP, recogida por Martínez.

Pero la mano de obra republicana no sólo se usó para la minería, una de las grandes infraestructuras -incluso a día de hoy- de la Comarca es el Canal del Bajo Bierzo, y es que en las inmediaciones de Camponaraya también hubo un campo de trabajo forzado que llegó a contar con 88 presos políticos desde diciembre de 1943 a diciembre de 1944. Sus trabajadores eran penados de la Prisión del Partido de Ponferrada.

El historiador berciano recuerda en sus trabajos que, además, entre los cientos de obreros que construyen la Central de Compostilla I, en Ponferrada, se encontrarán algunas decenas de presos políticos republicanos.

Placa conmemorativa donde se ubicó el campo de trabajos forzados de Fabero

Campo de trabajos forzados de Fabero

 

A estas ubicaciones de trabajos forzados, de explotación, de violencia física, económica, política y cultural; se le suman muchos otros distribuidos a lo largo y ancho de la provincia, siendo especialmente numerosos en León, donde se erigían una docena de lugares en los que vivieron hasta 12.000 personas entre el 38 y el 39.

Número de presos en León

 

San Marcos, puede que la más famosa, era un complejo formado por un campo principal, en el Convento de San Marcos, y tres campos secundarios: Santa Ana, Hospicio y Colegio Ponce. También el Palacio de los Guzmanes de la Diputación de León, donde se llevaban a cabo arresto eventuales.

Lo que se conoce sería el Parque del Cid, donde estaba el Cuartel del Regimiento Burgos 36; el actual Colegio Ponce de León; en el ya extinto Cuartel de la Fábrica de la calle Independencia; en el antiguo Hospicio de León y actual Conservatorio Provincial de Música; en la fábrica de curtidos de la plaza de Santa Ana; por supuesto, en la antigua cárcel, popularmente conocida como el Arco de la Cárcel y cuyo edificio hoy alberga el Archivo Histórico Provincial; asimismo el Cuartel de la Guardia Civil situado en la actual calle del Cid; y en el Gobierno Militar y Gobierno Civil, de la calle Padre Isla.

Presos franquistas en San Marcos

 

En Valdearcos, perteneciente al municipio de Santas Martas, situado en la Comarca de Esla-Campos había un campo estable. En un almacén de trigo de la pedanía de Valdearcos que fue incautado al Servicio Nacional del Trigo. Operó desde noviembre de 1937 hasta, al menos, abril de 1938.

De igual modo, en Valencia de Don Juan, en una fábrica de carros y aperos de labranza llamada Casa Ponga, había otro destacamento penal, si bien se desconoce el número de prisioneros que llegó a albergar, pero su capacidad oficial era de 1.000 internos. Operó, al menos, entre noviembre de 1937 y mayo de 1939.

Presos franquistas en Valencia de Don Juan

 

Carta enviada por un preso de Valencia de Don Juan

 

La  Prisión de Partido de La Bañeza generó 441 expedientes penales entre 1935 a 1945. Y finalmente, en Astorga, en el complejo carcelario de larga duración formado por dos campos que fue el principal Cuartel de Santocildes y que se vio reforzado con la utilización de la Factoría Santa Ana, también llamada La Pajera de Carro. Su capacidad máxima era de 1.000 prisioneros. Operó desde julio del 36 hasta, al menos, abril de 1939. El Cuartel sigue en pie y alberga un regimiento de Artillería del Ejército de Tierra.

Los destacamentos penales se crearon para la realización de obras públicas calificadas de interés nacional, como trabajos mineros y agrícolas, labores de reconstrucción, carreteras u obras del ferrocarril. Los primeros establecimientos de este tipo se pusieron en marcha en 1939, tras la publicación de la Orden del 14 de noviembre de 1939 que establecía que “en adelante, todo penado habrá de trabajar y aprender un oficio, si no lo sabe, para redimir su culpa, adquirir mediante el trabajo hábitos de vida honesta que le preserven de ulteriores caídas, contribuir a la prosperidad de la Patria, ayudar a su familia y librar al Estado de la carga de su mantenimiento en la Prisión”.

Ubicación del campo de Valencia de Don Juan

 

Carcel de Astorga

 

 

La historia de ese tiempo sigue viva, muy viva. Prueba de ello son las excavaciones del antiguo Cementerio del Carmen de Ponferrada, donde el colectivo Sputnik Labrego y Tempos Arqueólogos buscan los restos de 29 represaliados de la Guerra Civil, por ejemplo.

Placa conmemorativa donde se ubicó el campo de trabajos forzados de Fabero
Campo de trabajos forzados de Fabero a vista de dron

 

Campo de trabajos forzados de Fabero

 

Campo de trabajos forzados de Fabero a vista de dron

 

Campo de trabajos forzados de Fabero

 

Placa conmemorativa donde se ubicó el campo de trabajos forzados de Fabero

 

Placa conmemorativa donde se ubicó el campo de trabajos forzados de Fabero

Campo de trabajos forzados de Fabero a vista de dron

 

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