Así se alzaba la Torre de la Encina original... hasta que un rayo la destruyó en la 'documentada' centella del 4 de julio de 1736

Uno de los más reconocibles balcones de Ponferrada cuenta ya con más de 400 años a sus espaldas, pero no presentaría su aspecto actual si un rayo no hubiera partido el campanario y bóveda originales. Todo ocurrió en una tormenta de verano

27 de Marzo de 2024
Actualizado: 13 de Abril de 2024 a las 20:23
Libro basílica de la Encina

Uno de los más reconocibles balcones de Ponferrada cuenta ya con más de 400 años a sus espaldas, pero no presentaría su aspecto actual si un rayo no hubiera partido el campanario y bóveda originales. Todo ocurrió en una tormenta de verano.

Basílica de la Encina
Torre de la Basílica de La Encina

 

La construcción de la Basílica de la Encina se realizó en varias fases. Aunque el levantamiento de la iglesia de Santa María, su precedente, data de finales del siglo XII, el actual templo ponferradino comenzó su edificación en 1573 (s. XVI), al quedarse pequeña la iglesia medieval que también se conocía como 'de Nuestra Señora', 'de la Plaza', 'de Nuestra Señora de la Villa', 'Mayor', 'de Nuestra Señora de Septiembre' o 'de la Natividad de Nuestra Señora'. No sería hasta el siglo XVII cuando la denominación en honor a la Virgen de la Encina comience a tomar peso, ya que en ninguno de los documentos anteriores al año 1630 (s. XVII) figuran referencias del nombre de la actual patrona del Bierzo.

Con el crecimiento poblacional en los siglos XVI y XVII, la devoción de los fieles en la villa de Ponferrada se hace todavía más palpable, de modo que en 1558 se solicita a Roma la creación de una Colegiata, petición que sería denegada. En 1571 llega desde Astorga la autorización para derribar el templo existente, cuyos materiales se convertirían en parte de lo que hoy día es la Basílica de la Encina.

Mirador Básilica de la Encina

 

 

Idea original de la torre

La construcción de la torre de La Encina se llevó a cabo bajo las directrices del aparejador de la catedral de Astorga, Pedro Álvarez de la Torre, dando comienzo en el año 1612. A pesar de que Pedro Álvarez no pudo terminar el edificio, los maestros de la obra de la iglesia continuaron con lo trazado por él. 

Entre las condiciones de la torre realizadas por Pedro Álvarez de la Torre, se contemplaba levantar el campanario con un cuerpo formado por dos tramos separados por una faja y el remate por un chapitel. 

Primer diseño de la torre de La Encina de Pedro Álvarez de la Torre 

 

En el primer tramo, de 13 pies, se abrirían cuatro arcos de medio punto correspondiendo el occidental a la portada de la torre, mientras que en los demás, ventanas. El segundo correspondería al interior con la tribuna y el tercer tramo se remataría con una cornisa de dos pies de alto, al campanario con su aguja ochavada de madera de 30 pies de alto cubierta con pizarra recorada y asentada en forma de escamas. Para coronar la torre, se colocaría una cruz sobre una bola de piedra.

Una vez plasmadas las ideas, las obras comenzaron con gran rapidez, pues Juan de Omoño ya había hecho los cimientos en 1613, mientras que Pedro de la Lastra, conocido por las muchas obras que había realizado en la villa, con sus oficiales de cantería Lucas de la Huerta, Pedro de Navedo y Santiago de Lombas, realizó el primer cuerpo, de 40 pies de altura entre los años 1614 y 1616. Precisamente de esto es testigo el escrito que se conserva 400 años después del inicio de las obras de la torre sobre una de sus paredes del exterior, en la que se puede leer: 'Siendo correjidor de esta vylla por su magestad, el doctor Gutiérrez de Molina, se començó esta torre. Año de 1.614'.

Antolín de Cela, rector de la Basílica, junto a la piedra de origen de la torre. Reza el año 1614, pero se inició tras una demora, en 1615. 'Siendo correjidor de esta vylla por su magestad, el doctor Gutiérrez de Molina, se començó esta torre1

 

Sin embargo, los altos costes de fabricación impidieron que se terminase la torre por lo que los ponferradinos de la época tuvieron que esperar varias décadas para que pudieran contemplar un campanario en su principal iglesia. Aunque esto no impidió que la torre tuviera sus propias campanas, en el año 1616, cuando el carpintero Pedro de Miranda las colocó en un hueco del último cuerpo de la torre, no en el campanario ya que aún no se había construído.

Años más tarde, en 1648, es el maestro de cantería trasmerano Juan Bautista Velasco, quien, siguiendo los planos de Pedro Álvarez de la Torre, realiza unas nuevas trazas e introduce un balauestre, rematado por cuerpos prismáticos con bolas y dobles vanos para las campanas. Finalmente, una enfermedad le impediría finalizar el proyecto por lo que en 1654 cedió la obra a Antonio de la Huerta y a Martín de las Cabadas. Estos fueron los que construyeron el segundo cuerpo, mientras que Lucas de Ligar culminará la torre hacia el año 1670, también siguiendo las directrices de Pedro Álvarez de la Torre.

Segundo diseño de la torre de La Encina, de Lucas de Ligar 
Campanas de la Basílica de La Encina
Campanas de la Basílica de La Encina

 

Los trabajos sobre la basílica no terminarían hasta el año 1.670, cuando los fieles de Ponferrada ya pudieron disfrutar de un templo lo suficientemente grande para albergar las numerosas celebraciones de carácter religioso que tenían lugar en la época. La inauguración se produjo mientras Matías Moratinos Santos ostentaba el Obispado de Astorga (1669-1672) y una vez que Clemente X fue nombrado Papa.

La ejecución de la torre de la basílica se produjo en varias fases y estilos y de nuevo, el campanario tuvo que ser reconstruido en 1.733, porque una centella destruyó el chapitel el 4 de julio de ese año. Entonces, al primer cuerpo del campanario se le añadiría otro que reposará bajo una cúpula y su tambor. Estos trabajos fueron realizados a expensas del obispo José Flórez Osorio.


 

Diseño actual de la torre de La Encina de estilo barroco
Diseño original de la Torre de la Encina

 

El nuevo campanario y el rayo

 

El 4 de julio de 1736, a las 8 de la tarde, en medio de una "tempestad de truenos y relámpagos", una "centella" cayó sobre la torre, causando fuego en el chapitel y rompiendo un arco formalete de una de las bóvedas de la iglesia, próxima a la torre, además de otros daños demnores en la portada occidental. Este hecho provocó que el campanario con su chapitel apiramidado, construido por Lucas de Ligar, se destruyera.

Para su reconstrucción, los responsables de la iglesia se decantaron por un campanario de estilo barroco. A esta nueva torre, se le añade un cuerpo al otro que ya tenía, rematado por una pequeña cúpula que se levanta sobre su tambor. Pese a tratarse de una obra realizada en varios momentos y estilos distintos, presenta una gran unidad dado que el primer cuerpo clasicista del campanario se adapta plenamente al segundo, ya de estética barroca.

Diseño actual de la torre de La Encina de estilo barroco

 

En 1755, Ponferrada recibía la visita del presbítero y maestro segundo de ceremonias, racionero y bibliotecario mayor de la catedral de Sevilla, don Diego Alejandro de Gálvez, que dejó escrito un testimonio sobre la villa y sobre su iglesia Mayor y campanario de los que dice que: "tiene una espaciosa nave y grande sacristía. La torre es de 3 cuerpos, obra nueva, con el pórtico, hecha a expensas del Ilmo. S. D. Diego Flores (sic) Osorio, obispo de Cuenca, natural de ella y bautizado en esta iglesia".

Si tenemos en cuenta que Diego Alejandro de Gálvez escribe esto en el año 1755 y que en una serie de obras realizadas entre 1750 y 1754, cuya naturaleza no se especifica, se descargan de las rentas de la fábrica de la iglesia 21.000 reales, se puede sacar la conclusión de que fue en esos años, entre 1750 y 1754, cuando se construyó el nuevo campanario, si bien desde el mismo momento en que se vino abajo el chapitel piramidal que remataba la torre se tuvo la idea de construir uno nuevo.

Sus 44'99 metros de altura, incluida la veleta, se dividen en tres cuerpos sobre los que se asienta el campanario, formado por 16 campañas llamadas Santa María, Santa Bárbara (la que tocaba a fuego), de la Coronación, del Centenario, San José, San Nicolás o Pascualinas (tocaban para Pascua), que son algunas de las más importantes. Por motivos de seguridad, fueron automatizadas en 1.983 coincidiendo con el 75 aniversario de la coronación de Nuestra Señora la Virgen de la Encina.

 

Interior de la cúpula superior de la torre (InfoBierzo)

 

Fuente: Ponferrada artística y monumental | Vicente Fernández Vázquez
Imágenes: Ponferrada artística y monumental | Vicente Fernández Vázquez