Una aventura por un contratiempo inesperado; así se abrió el 'periplo' de padre e hijo -ambos presidentes de los EE.UU- por El Bierzo. Por aquí pasaron los Adams, y en buena medida lo reconocieron y hablaron de sus poblaciones y curiosidades de sus gentes en sus diarios.
El que fuese el segundo presidente de los Estados Unidos y uno de los Padres Fundadores, John Adams, y su hijo, John Quincy Adams, sexto presidente estadounidense, viajaron el 15 de noviembre de 1779 desde Boston hasta Ferrol. Aunque su destino final debía ser París, una vía de agua obligó a la fragata francesa a detenerse en el puerto gallego. El motivo del viaje era que Adams padre negociase préstamos con la banca holandesa, obtener el reconocimiento del nuevo país norteamericano en Europa y preparar las negociaciones del Tratado de Paz de París, como explica en su diario y la posterior biografía que después escribiría.
Adams viajaba con su primo, el abogado John Thaxter, y sus dos hijos, John, quien años posteriormente sería el sexto presidente de Estados Unidos, y Charles.
El presidente no quiso esperar los meses que tardarían en reparar el barco para poder viajar a Francia, por lo que decidió emprender el viaje por tierra por el norte de la península. Todos ellos visitaron El Bierzo durante su trayecto hasta el país vecino.
De su recorrido por Ferrol destaca que "se pueden ver hombres, mujeres y niños en las calles con sus piernas desnudas y sus pies descalzos en las frías piedras y en el barro, durante horas". Su viaje continúa por O Cebreriro, donde celebra año nuevo, hasta llegar al Bierzo.
Villafranca es la primera parada en la Comarca de los presidentes estadounidenses, aunque el relato 'bebe' de los textos extraídos del diario de John Adams. Así, el segundo dirigente de EEUU describe por primera vez en la península, una excelente carretera, y los sorprendentes campos de cultivo de grano en las montañas, lo cual despierta su admiración tras haber reconocido en sus escritos la decepción de estas infraestructuras en la provincia gallega. En su diario describe que en la Villa del Burbia hay tres iglesias parroquiales, un convento de hombre y uno de mujeres; y un antiguo castillo de ladrillos construido en tiempos feudales. Sin embargo, sigue 'quejándose' por las diferencias que encuentra entre España y su país.
"Las casas son lo mismo en todo el país. Un país hasta el momento con habitaciones comunes para hombres y bestias, los mismos agujeros humeantes y sucios. No he visto una sola casa decente desde la Coruña", escribe.
El 2 de enero de 1780 llegan a Ponferrada. "Pasamos por varios pueblos y por puentes y ríos. Pasamos Camponaraya, Cacabelos y Ponferrada, donde cenamos. El país se vuelve más suave", rezan sus escritos. El siguiente día, la cabalgata formada por dos coches de postas se detuvo en Bembibre, "aldea siete leguas más allá de Villafranca del Bierzo".
Y el 4 de enero Adams y sus acompañantes llegan a la Maragatería y destaca que su discurso tras las noches en El Bierzo cambia, comienza a ser más amable y mostrar interés por las diferentes costumbres de la zona. De los maragatos destaca su original vestimenta, la variedad los adornos de las mujeres.
"Encontramos camas limpias y sin pulgas por primera vez en España. Caminé por la ciudad, rodeando las murallas, que son muy antiguas. Vi la Iglesia Catedral, que es la más magnífica que he visto en España".