Foto portada: Francisco L. Pozo
Gráficos: Dativo
En 1993 el historiador Augusto Quintana Prieto reivindicaba por primera vez negro sobre blanco el origen peregrino y jacobeo de Torre del Bierzo, cuando apenas se hablaba de esos otros caminos a Santiago que fueron olvidados y que eran una ruta alternativa al Camino Francés. Casi tres décadas después su reivindicación sigue más viva que nunca para reclamar el reconocimiento oficial del Camino del Manzanal y avanzar en su señalización, puesta en valor y promoción.
“Todo avanzó con la formación de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago por Manzanal, del que forman parte los municipios que comprende esta ruta entre Astorga y Ponferrada que son Brazuelo, Brañuelas, Torre del Bierzo, Bembibre y Congosto”, apunta el alcalde de Torre del Bierzo, Gabriel Folgado, que destaca el trabajo realizado en los últimos años. El primer paso fue la realización de un “diagnóstico” de la situación real de la ruta con la contratación de un técnico y el asesoramiento de la Fundación Las Médulas, Con Jimena Martínez y Paco Balado a la cabeza.
Un diagnóstico que fue remitido a la Junta de Castilla y León, que solicitó entonces que se dispusiera de una señalización previa y se habilitará un albergue entre Astorga y Manzanal. Ambas cuestiones están resueltas. La ruta está señalizada entre la capital maragata y Ponferrada y las antiguas escuelas de Veldedo (Brazuelo) se han acondicionado para poder acoger un futuro albergue. “Ahora estamos pendientes de la Junta para que ese reconocimiento se haga oficial. Es irrefutable, por toda la documentación que existe, que el Camino pasaba por aquí. Sabemos que los peregrinos pasaban por nuestro municipio”, añade Folgado.
Por otro lado, Torre del Bierzo también ha presentado un proyecto junto a Bembibre y Brañuelas para optar al Fondo de Transición Justa para la financiación de la señalización, acondicionamiento de albergues y promoción del Camino del Manzanal. “Ojalá que se incluya para que podamos contar con una buena señalización, una red de albergues donde se puedan alojar los peregrinos y tener una buena promoción, que es muy importante”, valora el alcalde, que avanza que también se presentó la iniciativa a la Asociación para el Desarrollo de la Comarca del Bierzo (Asodebi) y que en primera convocatoria se ha quedado fuera.
El Camino del Manzanal, su paso por Torre
Tras salir de Astorga, este camino se dirige a Pradorrey, Combarros y Rodrigatos de la Obispalía hasta el puerto de Manzanal, un paso con una altitud de 1.230 metros -frente a los 1.504 metros de Foncebadón-. Desde ahí es el momento de descender, bajando por Manzanal del Puerto y Montealegre, con las ruinas de la representativa iglesia románica de San Juan, para entrar en la comarca berciana por Torre del Bierzo.
Llega a esta localidad siguiendo el trazado de la antigua Vía Nova y cruza el río Tremor a través de su viejo puente de piedra (levantado en el siglo I d.C y modificado posteriormente) para seguir por la avenida Santa Bárbara hasta la salida del pueblo. Ahí, en las últimas casas, donde estaban los talleres de Zapico, sale a la derecha un camino que sigue la calle Valcabado y sube hasta el Alto de la Rueda, ubicado en el monte mancomunado de Santa Marina de Torre y Albares de la Ribera. De esta manera, modifica su trazado original que sería siguiendo el río Tremor dejando atrás la que en su día fue la herrería de Lemaur -ingeniero francés encargado de las grandes obras de ingeniería de la España del siglo XVIII- hasta Las Ventas.
“Las vistas desde el Alto de la Rueda son espectaculares y nuestro proyecto es hacer un mirador”, adelanta Gabriel Folgado. Desde este punto, la ruta comienza a descender hacia Albares de la Ribera para continuar hacia Las Ventas de Albares por un camino vecinal que sale desde la Huerta Grande en un bonito paseo entre choperas, huertas y arboleda de frutales. En Las Ventas otro puente de piedra de origen romano (también datado en el siglo I d.C.) facilita al peregrino el paso sobre el río Boeza.
Desde este punto, continúa el camino hacia Bembibre, donde el caminante pasará por delante de su ermita de El Santo, las callejuelas de la ‘Villavieja’, bajando por la ‘Rúa de los peregrinos’ hacía la plaza Mayor, donde en tiempos se levantaba una sinagoga judía antes de ser la actual iglesia de San Pedro. El recorrido sigue hacia San Román de Bembibre, San Miguel de las Dueñas y Ponferrada, donde enlaza con el Camino Francés.
Un poco de historia
La primera referencia escrita de la alternativa por Manzanal, según detalla Jovino Andina en su libro ‘Caminos a Santiago por el Bierzo Alto’, “se debe a un monje servita de las inmediaciones de Estrasburgo, llamado Hermann Küning von Vach, quien en 1495 publicó una guía rimada para uso de los peregrinos alemanes titulada ‘Die walfart und Strass zu Sant Jacob’”.
En ese texto, Küning aconseja tomar la dirección de la derecha al salir de Astorga “porque así no tienes que subir ningún monte” y evitar Rabanal. “Por este camino llegas pronto a Bonferat (Ponferrada), pregunta primero por Sankt Maurin -que algunos estudiosos identifican con Santa Marina de Torre- y dejas Astorga tres millas a la izquierda, entonces encuentras una aldea tras otra”, explica de forma algo confusa el peregrino alemán, que asegura que en esta ruta “tienes buena gente y un camino seguro y dan gustosamente pan y vino”.
Una cita que ya recogió anteriormente Augusto Quintana Prieto en su conferencia ‘Torre del Bierzo. Tierra de peregrinación’, donde profundizaba en aquellos elementos que permiten a Torre del Bierzo “definirse, desde sus mismos comienzos, como una población eminentemente peregrina y jacobea”. El historiador apunta al puente, la iglesia dedicada a San Benito y a la existencia de un hospital, que se levantaría en un terreno que conserva el nombre de ‘la huerta del hospital’.
Tampoco podemos olvidar que sus fiestas son en honor a San Roque, el patrón de los peregrinos. En esta línea, Balboa de Paz también cree que la denominación medieval de Torre, Turris Mauri, podría estar relacionada con la existencia de una torre de protección a los peregrinos, como ocurría en el castillo de Autares (Vega de Valcarce). Unas raíces que se pierden en la historia y que permiten a Torre del Bierzo volver a reivindicarse como una "tierra de peregrinación".