Beatriz Riveiro, educadora canina en Animalia Servet nos explica que “el Collie no es un perro apto para cualquiera, es una de las razas con las que más trabajamos por problemas conductuales. Entre ellos, el más frecuente es el comportamiento agresivo hacia perros y/o personas. Antes de optar por esta raza deberíamos evaluar el tipo de vida que tenemos, como nuestros hábitos y conocimientos de educación canina. Muchas veces las necesidades de la raza no concuerdan con nuestro tipo de vida, es decir, si no disponemos de tiempo y constancia es un tipo de perro que con mayor probabilidad que otras razas padecerá problemas de comportamiento“.
Riveiro asegura que “no nos podemos olvidar que es una raza diseñada para el trabajo; su función es el pastoreo de ganado ovino principalmente. Actualmente estamos viviendo un boom en nuestra ciudad, ni el mundo del perro puede huir de las modas”. En cuanto a sus aptitudes resalta “su disposición para el trabajo. Está siempre dispuesto a hacer ejercicio". "Como resultado, en nuestra consulta vemos los dos extremos. Por un lado, aquellos propietarios que adquirieron el perro por su estética sin pensar en sus necesidades; en el otro extremo, el propietario que se excede sobreejercitándolo. Conocemos casos en lo que de media ejercitan al perro durante cinco horas diarias con actividades como el canicross, disc dog, agility, etc, produciendo efectos nocivos en su salud y comportamiento". "En ninguno de estos casos", explica "se prioriza el ejercicio mental y olfativo, tan necesario para los perros en general y en particular para esta raza con un predisposición a tener niveles elevados de estrés”.
Otro factor a tener en cuenta sobre esta raza es la salud, desde Animalia Servet aclaran que prácticamente todas las razas presentan alteraciones o patologías específicas según su genética. En el caso del Collie, cada vez es más conocido el trastorno genético provocado por el gen MDR-1. "Hoy en día cuando un nuevo propietario va a adquirir un perro de raza grande, por ejemplo, enseguida preguntan por los genes de displasia. Eso es lo que queremos conseguir con este artículo, que cada vez seamos más responsables como propietarios y conozcamos los problemas que puede tener con mayor facilidad nuestra mascota en función de la raza".
Volviendo al gen, es importante saber si nuestro perro posee mutación o no. En la mayoría de los Collies o de razas de perros pastores, este gen se presenta con una mutación provocando intolerancias a muchos fármacos, desde antiparasitarios, antibióticos, anestésicos y analgésicos hasta medicaciones específicas cardíacas, utilizados de forma frecuente por los veterinarios. Por ejemplo, la mayoría de los productos antiparasitarios internos están formulados con derivados de la ivermectina, molécula que les afecta especialmente. No pueden asimilarla y su ingesta puede provocar la muerte de la mascota si es portadora de la mutación del gen MDR-1.
Otra de las situaciaciones que pueden complicarse por dicha mutación es la aplicación de una anestesia. Si se presenta una situación de urgencias como un atropello, el veterinario actúa más rápido y tiene menos tiempo de reacción para que las cosas salgan bien. Si el paciente no está testado se dificulta la tarea del profesional que tendrá que buscar anestésicos alternativos.
Desde Animalia Servet recomiendan a todos los propietarios a realizar un análisis sanguíneo para testarlo. Con una simple extracción de sangre, rápida, no invasiva e indolora, obtienen la muestra que un laboratorio analizará para sacar a los propietarios de duda. El plazo de espera desde que se envía la muestra hasta obtener los resultados es de aproximadamente 10 días. "Mientras no estemos seguros de este aspecto es importante que cuando compremos la desparasitación u otros fármacos informemos al profesional que nos atiende de la raza del perro para evitar la administración de algún producto tóxico para nuestra mascota", aconsejan.