La principal intención de los ladrones es propiciar la parada del coche, si es posible en un lugar poco frecuentado, para aprovechar y así completar su robo.
El último truco que se ha detectado en diferentes países se refiere a la presencia en calles o carreteras de fruta esparcida por la calzada. Suelen ser naranjas, limones, melocotones o patatas.
Esas características permiten ocultar en su interior una pieza metálica y afilada en forma de cruz o directamente clavos. Cuando un conductor pasa por encima de una de estas piezas de fruta, existe una alta probabilidad de que el neumático se pinche. A continuación, se producirá la obligada detención del coche para que su usuario compruebe lo ocurrido.
En principio, los ladrones intentan abrir una puerta del coche y sustraer a toda velocidad los objetos que se encuentren accesibles, principalmente en los asientos, para darse a la fuga a continuación. También es probable, y mucho más grave, que se enfrenten al conductor y le coaccionen con amenazas para que entregue todos los artículos de valor que tenga en su poder, tanto en el coche como portándolos.
Para evitar situaciones de este tipo, probables no solo con esta artimaña, sino también con otras muy variadas, resulta aconsejable detenerse, siempre que sea posible, en lugares frecuentados por otras personas. En caso contrario, al bajarse del coche es importante comprobar la ausencia de otros individuos o personas que hagan sospechar al respecto. De ser así, lo mejor es permanecer en su interior y avisar, si llega a ser necesario, a la policía.