La guerra entre Israel e Irán podría traer consecuencias a la economía española y, por lo tanto, al bolsillo de la ciudadanía. La mayoría de expertos apuntan que el petróleo es uno de los sectores destinados a sufrir cambios importantes durante esta semana.
La capacidad de Iran en cuanto a la producción y exportación de petróleo, uno de los principales productores del mundo, podría verse afectada si esta guerra continúa. Así, se reduciría la oferta global incidiendo en un aumento de los precios. El Estrecho de Ormuz, por donde pasa casi un tercio del petróleo transportado por mar en el mundo, es una zona estratégica. La preocupación no es únicamente interrumpir el paso de los exportadores, sino las amenazas de Irán, en continuas ocasiones, de cerrar este estrecho como respuesta a acciones militares. Decisión que podría tomar si los países de la OTAN ayudan militarmente a Israel.
El precio a nivel global podría verse afectado en un aumento considerable en el caso de que el conflicto, entre Israel e Irán, interrumpiera la producción o el transporte del petróleo. A su vez, esto se reflejaría en un aumento de los precios de la gasolina en todo el mundo. Los países europeos y Estados Unidos, en especial, dependen de esta exportación y verían cómo se agudiza su economía rápidamente. De momento, estas suposiciones ya han comenzado a aparecer en la realidad. Con el ataque de Irán a Israel, el pasado martes, el precio internacional del petróleo subió un 2,65%.
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