El huracán 'Milton' que devastaba Florida sería el decimotercero que se ha producido este año en el Atlántico y no es casualidad que la letra M, inicial de Milton, es la decimotercera letra del alfabeto inglés, francés y español.
La institución encargada de poner nombre estos fenómenos meteorológicos es la Organización Meteorológica Mundial, con sede en Ginebra, que sigue un procedimiento muy ordenado y concreto. La lista del Atlántico cuenta con una relación anual de 21 nombres masculinos y femeninos que van alternándose. Cada año la lista cambia, y cada 6 años se completa un ciclo. En la cuenca del Pacífico, el procedimiento es idéntico, aunque la lista cuenta con 24 nombres.
El exotismo de estos nombres viene por tanto predefinido, cada vez que hay un nuevo huracán o tormenta, las autoridades meteorológicas siguen el orden de la lista hasta completar de nuevo un ciclo.
Solo existiría una excepción y ese sería el caso de que una tormenta haya causado un impacto inusitado en cuanto a vidas humanas. En ese caso, cualquier país podrá solicitar a la Organización Metereológica Mundial que lo retire de la lista. Así pasó por ejemplo, con el huracán Hugo, un devastador ciclón de categoría 1 que causó decenas de muertos y millones de dólares en daños materiales, o el Katrina, la fatídica tormenta de categoría 5 que devastó la costa Este de Estados Unidos en 2005.
¿Cómo surgió la idea?
En el siglo XIX y principios del XX, muchas tormentas tropicales que arrasaban las Antillas eran denominadas con el nombre del santo del día en el que tenían lugar. Por ejemplo, el huracán que azotó Puerto. Rico en 1825 fue denominado “Santa Ana”, y el que sacudió el país en 1928 se le denominó San Felipe. El meteorólogo australiano Clement Wragge fue el primero que utilizó un nombre propio para denominar este fenómeno metereológico a finales del siglo XIX. Al parecer, empezó denominándolos por orden alfabético, primero siguiendo el alfabeto griego y luego el romano. Luego optó por nombres mitológicos y de políticos que no le gustaban, y finalmente se decantó por nombres propios femeninos.
No fue hasta el año 1953 cuando Estados Unidos empezó a denominar a los huracanes con nombres de mujer, práctica que tuvo su fin en 1978, cuando se incorporaron nombres masculinos en las listas del Pacífico Norte oriental, En 1979, la Organización Metereológica Mundial y el Servicio Metereológico de Estados Unidos decidieron alternar nombres masculinos y femeninos, una práctica que todavía se sigue realizando.
Un estudio publicado en 2014 por la revista Proceedings of Natural Academy of Science concluyó que los huracanes con nombres femeninos causaban un mayor número de víctimas que los que contaban con un nombre masculino. El motivo, según los investigadores, es que la población no los tomaban tan en serio, con lo que relajaban las medidas de protección. Los científicos analizaron los datos de las tormentas que habían azotado Estados Unidos durante más de seis decenios, y concluyeron que las que tenían nombre de mujer habían matado a casi el doble de personas. Los resultados de la investigación instó al Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos a poner énfasis en la importancia de fijarse en la categoría de las tormentas tropicales, no en su nombre, a la hora de enfrentarse a ellas.
¿Cuáles serán los próximos temporales?
Esta temporada ya se han visto varias tormentas y huracanes con nombres incluyendo Alberto, Beryl, Chris, Debby, Ernesto, Francine y Gordon. Estos son los próximos nombres de las tormentas para la temporada de huracanes de 2024 en el Atlántico
- Nadine
- Oscar
- Patty
- Rafael
- Sara
- Tony
- Valerie
- William
Entérate de las últimas noticias y avisos importantes haciéndote seguidor de nuestro canal en WhatsApp. Entra en este enlace y activa las notificaciones del Canal.