Exigen 'Certeza en la duda', precisamente el lema de la empresa berciana inmersa en una nube de dudas sobre su solvencia y el destino del dinero de los ahorradores y pequeños inversores que confiaron en Herrero Brigantina. Dos semanas después de la primera protesta en las puertas, con encierro incluido, los afectados han vuelto a manifestarse, esta vez acompañados por otros afectados de diversos puntos de España.
"Venimos aquí a hacer un poco más de ruido a ver si el juez Pedraz agiliza el caso", asegura uno de los afectados que se ha trasladado a Ponferrada desde Asturias, Iván Díaz. Cabe destacar que Iván también estuvo presente en el encierro llevado a cabo el pasado mes de noviembre.
Entre las personas que han acudido a esta concentración, encontramos a Jorge Gumiel, un señor de 72 años que invirtió 100.000 euros en Herrero Brigantina porque "tenía amigos que llevaban 4 años más en la empresa y tenían buenos resultados. Yo también he tenido un resultado bastante importante y dejé mi dinero para aumentar mi capital. Craso error, me confundí".
Manuel Pérez es otro de los afectados que ha llegado a la capital berciana para reclamar su dinero. Junto a su esposa, Manuel invirtió 25.000 euros hace 2 años. Este afectado se pregunta cómo las instituciones judiciales pueden tenerlos "en las más absoluta miseria y que Juan González Herrero se pueda marchar 'de rositas' al extranjero con nuestro dinero".
Sobre la situación del presidente del consejo asesor de la empresa berciana, Iván Díaz asegura que "un abogado de Cádiz pidió al juez Pedraz, dándole la dirección de Juan González Herrero en Colombia, que lo arrestara". Sin embargo, no se tiene constancia de este hecho, algo de lo que no dan crédito.
Recordemos que el pasado 15 de diciembre, 14 afectados de Asturias y Galicia comenzaron un encierro en la sede de Herrero Brigantina en Ponferrada que se presentaba indefinido. Desde esa concentración, aseguraban que que ya habían presentado una querella criminal contra la empresa berciana y que estaba siendo investigada por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.
No obstante, el encierro concluyó ese mismo día de forma "voluntaria". A primera hora de la tarde, los empleados de las oficinas de la empresa tenían intención de cerrar el local, tras su jornada laboral, por supuesto, no podían hacer si las 14 personas seguían dentro, por lo que llamaron a la Policía Nacional para que se personase en el lugar.