Ese verde no es 'vendible'. Vamos a poner como ejemplo concreto un punto, pero existen a lo largo y ancho del Bierzo numerosos recorridos fluviales afectados por el mismo 'desistimiento' al verde de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.
"Es que se trata de riqueza fluvial, o ecosistema de ribera", argumentan desde el organismo de cuenca. Pues para nuestros abuelos eso simplemente es "mierda de no limpiar el río, y restos de podas y leñas que van dejando las riadas y si no se limpia 'atranca' ".
La sabiduría popular y la imagen de cómo estaban los ríos a su paso por los pueblos en tiempos atrás parece ir en otro sentido.
En Toral de Merayo el paso del río Oza por el casco urbano, y en concreto desde la plaza hasta la playa fluvial, el cauce está canalizado por muros. Siempre ha estado limpio, desde los matorrales de la ribera hasta el propio curso, donde una pala solía despejar las piedras y restos de madera acumulada de las riadas del invierno o primavera.
Desde hace unos 5 años, Confederación jamás ha vuelto a despejar el curso del río. Es más, fueron los vecinos el pasado verano quienes -con permiso por delante- tuvieron que retirar toneladas de piedra y lodo para poder habilitar la playa fluvial después de años de desgana de la Miño-Sil.
Justo antes de la playa, en plena plaza del pueblo, en la ribera del Oza crecen avellanos, varas de chopo que salen de restos de troncos cortados, y en el propio cauce se han ido depositando sedimentos sobre las piedras arrastradas. En ellos crecen matorrales, y mientras tanto se ha taponado el curso del río. No es riqueza fluvial porque siquiera es humedal, simplemente aquí el río, EN PLENA ZONA CANALIZADA le ha salido un bosque débil. Cada año esa debilidad se traduce en un pequeño árbol que se cae, ramas grandes y demás. El río está horadando el muro para esquivar ese tapón de "mierda verde".
Los vecinos piden de cuando en cuando permiso a Confederación para poder cortar chopos de ribera que caen a sus fincas. O no contestan o lo hacen con meses de retraso. Y cuando informan de algún arbusto o rama grande caída sobre el río, tampoco pasan por allí.
Hay que mantener los cauces limpios y despejados, y la vegetación de ribera debe ser gestionada, no abandonada a su suerte, para peligro de los vecinos o propietarios de fincas. Una aparente dejación de funciones amparada en el 'verde excusa'.
Antaño, los ríos estaban libres de sedimentos, las riberas sin leña atrancando los cursos, y había más truchas y cangrejos de río... cuando la preservación del ecosistema era la actuación popular, que siempre ha sabido tratar mucho mejor a los ríos que simplemente "no hacer nada y que salga el verde por donde sea".
Y un aviso. Si viene una riada, en este punto (que es sólo la foto fija de otros muchos en El Bierzo) toda esa madera, todo ese matorral débil crecido sobre los sedimentos en pleno curso, todas esas ramas caídas que no retiran, serán carga para el agua.
Lo pone en 'verde' sobre blanco nuestro dibujante de cabecera, Daniel Buitrón, quien hace 'brotar' un castor bien agradecido con toda esa gestión del desistimiento al verde de la Confederación Hidrográfica Miño-.Sil.