Manos a los cerezos desde este fin de semana en la Comarca, en uno de los cultivos con mayor arraigo, y que sin embargo carece aún de marchamo de calidad. Parece que habrá que esperar al menos un par de años más, dado que por segunda cosecha consecutiva, los técnicos de los Consejos Reguladores y la Asociación Berciana de Agricultores realizarán catas en diversas zonas y plantaciones, en diversos momentos de la campaña de recogida, para identificar las variedades más características y sabrosas de la Comarca, así como ampliar los informes sobre sus características. Este año se volverán a recopilar cerca de cien muestras para laboratorio.
Todo ello en el marco de una cosecha que arranca estos días por la variedad Burlat, la 'temprana', y que saldrá al mercado con unos precios elevados -sobre 4 euros el kilo- que caerán en picado a medida que otras variedades llenen de sobreproducción en un producto muy perecedero, los almacenes. Será con la recogida de la variedad más extendida en el campo berciano, la Francesa, cuando los precios toquen su mínimo. Ello está previsto para las primeras semanas de junio.
La cosecha controlada por distribuidoras profesionales del Bierzo (Cooperativa de Rimor, Cofrubi, Cefruca, Cafribierzo, almacenes de Corullón) pasaría de los 2 millones de kilos, menos que el pasado año cuando se recolectaron 3 millones. Y es que las lluvias de finales de abril tiró al suelo parte de la flor, con la consiguiente merma de carga en los cerezos.
Eso sí, la venta de cereza es también familiar, y por tanto en 'negro' y sin control, por lo que la cantidad producida facilmente podría rebasar en realidad los 5 millones de kilos en la Comarca.