Desde hace dos años, la parte social y la empresarial intentan llegar a un acuerdo para elaborar un nuevo convenio que regule el sector de la hostelería a nivel provincial. El último encuentro, producido la semana pasada, terminó nuevamente con las negociaciones rotas entre ambas partes.
El pasado 8 de julio de 2013 finalizó el marco de los convenios colectivos, es decir, que a partir de esa fecha, las condiciones salariales de los trabajadores sin convenio se rigen por el Estatuto de los Trabajadores. A partir de ese día terminó el límite de un año vigente de aquellos convenios colectivos que hubiesen sido denunciados antes de la entrada en vigor del texto definitivo de la norma (8 de julio de 2012).
El presidente de la asociación provincial de hosteleros, Pedro Llamas, indica que “hubo un pleito con una empresa de León. El pasado 22 de julio de 2013, cuando se estaba negociando el convenio de la empresa y se venció el provincial, comuniqué a los trabajadores de mi empresa que no se aplicaba la ultraactividad y UGT denunció esa notificación. En el primer juicio -en primera instancia-, el juez dio la razón a los sindicatos porque sí que existía el convenio y después, el TSJ no nos dio la razón”.
Como consecuencia, los nuevos empleados que se contraten en este sector verán “que sus cláusulas decaen”, precisa Llamas. Y es que, no disfrutarán de la tercera paga extra y la antigüedad como sí se mantiene para los trabajadores anteriores. Además, los nuevos contratos no contarán con el plus de manutención, asistencia y remuneración por nocturnidad.
“El coste de empresa para un ayudante de cocina son 1.900 euros al mes, es decir, 23.000 euros al año, ése el coste de empresa con las quince pagas incluidas”, puntualizó el presidente de los hosteleros de la provincia.
Así las cosas, desde los sindicatos se encuentran a la espera de una reunión con la FELE para negociar un nuevo convenio. “Entendemos que el sector debe estar regulado y no debe quedar a expensas de los empresarios. Por encima puede pagar todo el mundo lo que quiera y entendemos que debe haber un marco regulador”, añadía.
Llamas confía en que pronto se retomen las negociaciones. “Estamos en una época bastante mala, pero entiendo que para después de Semana Santa sería importante tener una reunión para marcar las directrices”, insistía.
El Bierzo cuenta con alrededor de un 35% de los cerca de 8.000 trabajadores del sector de Hostelería en la provincia.