La Asociación ‘Pro-Ermita del Santísimo Sacramento’ suma cada vez más apoyos de particulares y empresas para reconstruir la ermita del Santísimo Sacramento que estuvo enclavada en el barrio de las Huertas entre 1570 y 1970, año en que fue demolida como consecuencia del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Ponferrada.
Nacimiento de la Asociación 'Pro-Ermita del Santísimo Sacramento'
En el año 1995, un grupo de vecinos formaron la primera asociación ‘Pro-ermita Santísimo Sacramento’, pero después de años sin conseguir prácticamente ningún avance, se realiza una reforma de los integrantes del colectivo en 2010 y se nombra a Antonio Fernández Ordóñez como presidente de la nueva asociación ‘Pro-ermita’; junto con el mayordomo de la Hermandad de Jesús Nazareno y actual responsable del Hogar del Transeúnte y comedor social ‘San Genadio’, Fernando Fra, como tesorero. Otros miembros de la asociación son Antonina Álvarez, Antonio Nicolás de la Puente y el profesor Gregorio Esteban.
De esta forma, la asociación inicia una nueva andadura para tratar de devolver a la ciudad una ermita tan emblemática como lo fue la del Santísimo Sacramento. Después de realizar los papeleos y registros correspondientes y después de solicitar los terrenos al Ayuntamiento de Ponferrada, el Gobierno municipal se los cede en diciembre del pasado año tras firmar un convenio de colaboración por el que la asociación se compromete a ceder la ermita al ayuntamiento una vez esté finalizada su construcción para que se encargue de su promoción y puesta en valor.
Para ello, la asociación necesita un total de 117.800 euros para la nueva edificación que estará asentada en su entorno original y coincidiendo con el paso de los peregrinos por la capital berciana. Hasta ahora, reconoce Antonio que “ "la gente de Ponferrada está respondiendo muy bien. hemos recaudado bastante más de lo que se esperaba, tal y como está la situación actual. Disponemos de mucho material de distintas empresas de la zona que aportan material desinteresadamente”. El primer donativo llegaba de manos de Luis del Olmo, que entregó 3.000 euros para contribuir a que el nuevo proyecto diseñado por los arquitectos Rodríguez Abella sea una realidad.
De igual forma, Pizarras Cupa financiará la cubierta de la ermita; Cementos Cosmos, el cemento necesario para la obra; Hormigones Sindo, el hormigón; Hijos de Casimiro González (Cercal), las baldosas; Hierros Castro Uría, los hierros; Manuel Casero, el material eléctrico que necesiten; Excavaciones López S.A. y Bierzo Recicla, la demolición, vaciado y transporte Punto Limpio; e Instalaciones Morala aportará la mano de obra para la instalación eléctrica de la ermita.
Desde la asociación quieren destacar su agradecimiento al apoyo de los ponferradinos y bercianos, al Ayuntamiento de Ponferrada, teatro Bergidum, así como a los Medios de Comunicación que han hecho posible esta labor de difusión y a las empresas de material y publicidad.
Próximas iniciativas
La Asociación ha organizado un concierto musical en el teatro Bergidum de Ponferrada cuyo objetivo es recaudar fondos para reconstruir la ermita del Santísimo Sacramento que estuvo enclavada en el barrio de las Huertas entre 1570 y 1970.
Las corales que colaborarán en el evento musical son ‘El Bierzo canta’, ‘Polifónica de Flores del Sil’, ‘Voces del Bierzo’, ‘Siloa’ y ‘Solera Berciana’, así como la Escuela de Música Ciudad de Ponferrada. Será el próximo sábado, 23 de noviembre, y las entradas tienen un precio de cinco euros que serán donados íntegramente para llevar a cabo esta nueva construcción. La fila cero tiene un precio de dos euros.
Historia de la antigua ermita del Santísimo Sacramento
Imagen de la ermita (cedida por Antonio Fernández Ordóñez)
Cuentan que allá por el año 1533, don Juan de Benavente, criador de perros de caza y que vivía en el Rañadero con su esposa Leonor Fernández, era muy devoto y religioso e iba todas las tardes a rezar a la antigua iglesia de San Pedro, que de aquella se ubicaba donde actualmente se encuentra el edificio de Telefónica.
Un día, Juan se acercó al altar para apropiarse de un copón de plata dorada que fue regalada por el Obispo Osmundo y que se guardaba en una caja de madera en forma de Sacramento.
Ante el malestar ciudadano creado como consecuencia de la desaparición del copón, Benavente se enteró de las críticas y lamentos del resto de fieles en contra del profanador, y atemorizado y además de las dificultades con las que se encontró para venderlo, decidió desprenderse de su tesoro.
Se dirigió a la parte trasera de la iglesia de San Pedro y en un paraje conocido como el ‘Arenal’, propiedad de Diego Núñez de Losada (el corregidor de Ponferrada en aquellos años), arrojó a un zarzal la caja de madera que contenía el copón y las Formas Consagradas.
Tiempo después, sobre el zarzal revoloteaban multitud de palomas, y a pesar de los numerosos intentos de los muchachos de la época para matarlas, nunca lograban su objetivo. Otro extraño suceso tenía lugar por las noches, cuando el zarzal se iluminaba y su brilló permanecía hasta la salida del sol.
Cuadro del milagro del Santísimo Sacramento ocurrido en Ponferrada en el s. XVI
Pero un día, Nogaledo, un joven aprendiz de Diego Núñez de Losada le pedía permiso al corregidor para inspeccionar la zona y a medida que sus pasos se acercaban al zarzal, éste comenzó a arder. Nogaledo pudo observar entonces entre las llamas, que un objeto emitía un resplandor y no era otra cosa que la caja de madera sagrada desaparecida.
Una vez que Nogaledo avisó al corregidor, la devolvieron a la iglesia de San Pedro y lograron saber que Juan de Benavente había sido el ladrón. Cuando lo apresaron, fue torturado hasta morir.
Como reconocimiento al milagro de haber encontrado la caja, se construyó en 1570 la ermita del Santísimo Sacramento en el lugar donde habían sucedido los hechos, en el entorno de la actual calle Río Urdiales.
La ermita acabó siendo demolida 400 años después, es decir, en 1970 como consecuencia del Plan General de Ordenación Urbana de Ponferrada (PGOU), aunque en la nueva iglesia de San Pedro permanece expuesto un cuadro que recuerda aquella historia.
Imagen de la ermita de 1570 (cedida por Antonio Fernández Ordóñez)