Imputado un propietario de talleres mecánicos en Ponferrada que adquirió equipos de diagnosis falsificados

Hay otros dos imputados en Palencia y Cantalpino (Salamanca).

20 de Mayo de 2014
Actualizado: 09 de Marzo de 2015 a las 19:51
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Los propietarios de tres talleres mecánicos ubicados en Ponferrada, Palencia y Cantalpino (Salamanca) han sido imputados por adquirir equipos falsificados de diagnosis para automóviles.

Dentro de la 'operación Avería', en la que la Policía Nacional ha intervenido 80 de estos equipos falsificados, también ha sido imputados propietarios de otro medio centenar de talleres repartidos por todo el país por un delito contra la propiedad intelectual.

Dentro de este dispositivo, entre enero y febrero de este año se detuvo a los responsables de dos páginas web en las que se vendían estos productos a precios muy inferiores los originales, tras una investigación que se inicio a principios de junio de 2013, tras la denuncia presentada por la

Comisión Antipiratería para el Automóvil (CAPA) por un delito contra la propiedad industrial, al haber detectado la venta fraudulenta a través de Internet, de equipos de diagnosis para automóviles que eran falsificaciones integrales de los originales y su software de gestión.

Los aparatos en cuestión, que según la Policía Nacional ponían en peligro la seguridad técnica de los coches y de sus ocupantes, se comercializaban en dos páginas web por precios que oscilaban entre los 200 y los 700 euros, mientras que el importe de los originales varía entre 3.000 y 5.000 euros.

Tras llevar a cabo un estudio de la documentación obtenida, se desarrolló una segunda fase dentro de esta operación, culminada con un amplio dispositivo en el que se intervinieron un total de 80 equipos de diagnosis falsos, que se encontraron en 55 talleres de reparación de automóviles repartidos por toda España. A sus 53 propietarios se les imputa la autoría de delitos contra la propiedad industrial.

Las intervenciones realizadas han permitido retirar del mercado 80 equipos que carecen del más mínimo control de calidad. Estos aparatos, según la Policía, emplean un “software que puede dejar inactivas o desconfigurar varias de las funciones de seguridad que realiza el equipo, lo que redunda directamente en la seguridad del vehículo y de sus pasajeros”.

Las investigaciones han sido realizadas por agentes adscritos al Grupo 3º de Delitos Tecnológicos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Barcelona y el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Castellón, en colaboración con las Jefaturas Superiores de Valencia, Baleares, Navarra, Madrid, Asturias, País Vasco, Andalucía Occidental, Andalucía Oriental, Galicia, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Canarias y Extremadura.