Hacerse con tanto vino en tan poco tiempo -que debía ser crianza y reserva que todavía estuviera en barrica para poder homogeneizar el producto- "ha sido una tarea imposible", a pesar de haber hecho un llamamiento a todas las bodegas de la zona para que formaran parte de este negocio. De esta forma, la DO Bierzo pierde la oportunidad de traer para la comarca algo más de cinco millones de euros y abrir los caldos bercianos al exterior.
Cabe recordar que para vender estos vinos, que irían etiquetados con el nombre de Guerra, habría que crear una cadena de distribución por todo el país. No obstante, el presidente de la cooperativa de Cacabelos, Ángel Gómez, confía en que se puedan cerrar oros negocios con la empresa, aunque sean de menor magnitud.