El motivo, haber iniciado las obras con una retroexcavadora sin haber pedido permiso a Patrimonio. Alfonso González encontró “a un metro y medio de profundidad de la parcela una gran losa de pizarra, de unos dos metros de larga, unos 60 centímetros de ancha y más de 8 de grosor. Bajo ella aparecieron los restos de un antiguo hombre adulto, con heridas en la cabeza que pudieron causarle la muerte”, explicaba el pasado mes de octubre a este diario.
Por entonces, el aficionado a la historia apostaba porque el descubrimiento podría ser de restos pertenecientes a la época castrense prerromana.
El expediente sancionador abierto a González Guerrero contempla una multa grave de 150.000 euros, aunque la cuantía de la sanción sería bastante menor, ya que el descubrimiento se trataría de un yacimiento medieval. La cata llevada a cabo por arqueólogos de la Junta, una vez Antonio González comunicó el descubrimiento a los servicios de Cultura y Patrimonio, han constatado que se trataría de restos de enterramientos medievales, y por tanto de menor trascendencia histórica.
Así, el yacimiento ubicado en el paraje de La Barrancada en el que Alfonso también encontró unas tégulas y restos de cerámica tendría menos valor arqueológico al ser de la época medieval. Después de haber llevado a cabo la exscavación, González Guerrero notificó a los servicios de Patrimonio y Cultura de la Junta el descubrimiento con el fin de obtener la autorización correspondiente que le permitiera continuar con las excavaciones.
A partir de la notificación del expediente sancionador, Alfonso González dispone de un plazo para presentar alegaciones y explicar a la Junta las razones que le llevaron a ejecutar por cuenta propia la excavación.